Corte Suprema de EE.UU. estima que Trump tendría cierta inmunidad en caso 6 de Enero

Washington D.C. • En un fallo histórico, la Corte Suprema de Estados Unidos ha extendido la demora en el caso penal contra el ex presidente Donald Trump por cargos relacionados con intentos de anular las elecciones de 2020. Esta decisión reduce significativamente las posibilidades de que Trump sea juzgado antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.

Por primera vez, el máximo tribunal del país ha declarado que los ex presidentes pueden gozar de cierta protección legal por actos realizados durante su mandato. Sin embargo, en lugar de aplicar directamente esta decisión al caso de Trump, los jueces han ordenado a tribunales inferiores que determinen cómo implementar este nuevo principio.

El fallo, aprobado por 6 votos contra 3, establece que los ex presidentes tienen derecho a «inmunidad absoluta» por acciones dentro de su autoridad constitucional, y al menos a una «inmunidad presunta» por todos sus actos oficiales. No obstante, el tribunal aclaró que no existe inmunidad para actos no oficiales.

Esta decisión ha generado controversia y críticas. La jueza Sonia Sotomayor, en un disenso enérgico, argumentó que otorgar inmunidad penal a los ex presidentes «reconfigura la institución de la presidencia» y socava el principio fundamental de que nadie está por encima de la ley.

El caso ahora regresa al tribunal de primera instancia para determinar qué partes de la acusación del fiscal especial Jack Smith contra Trump podrían quedar afectadas por esta nueva doctrina de inmunidad presidencial. Esto implica un retraso adicional antes de que Trump pueda enfrentar un juicio, lo que podría impactar significativamente en el calendario electoral.

Este fallo se suma a una serie de decisiones judiciales que están jugando un papel directo en la carrera presidencial de 2024. Anteriormente, la Corte Suprema ya había rechazado intentos de excluir a Trump de las boletas electorales debido a sus acciones tras las elecciones de 2020.

Trump, quien enfrenta múltiples acusaciones penales, ha celebrado la decisión como una «gran victoria para la Constitución y la democracia». Sin embargo, los críticos argumentan que esta decisión podría sentar un peligroso precedente, otorgando a futuros presidentes un grado de protección legal sin precedentes por sus acciones en el cargo.

La decisión de la Corte Suprema plantea importantes cuestiones sobre el equilibrio entre la responsabilidad presidencial y la necesidad de proteger a los líderes ejecutivos de persecuciones políticas. A medida que el caso avanza, es probable que continúe el debate sobre las implicaciones a largo plazo de esta nueva doctrina legal para el sistema político estadounidense.