
El tesoro de las Montañas Rocosas: Un estudiante de medicina puso fin a una búsqueda de una década
Jack Stuef, de 32 años, descubrió el legendario cofre valorado en millones de dólares que el excéntrico millonario Forrest Fenn había ocultado en las Rocosas del oeste estadounidense
Después de más de diez años, cientos de miles de buscadores y varias tragedias, el misterioso tesoro escondido en las Montañas Rocosas finalmente fue encontrado. Un estudiante de medicina de 32 años, Jack Stuef, localizó el cofre repleto de oro, joyas y artefactos históricos valorado entre uno y tres millones de dólares que había sido ocultado por Forrest Fenn, un excéntrico millonario coleccionista de arte.

Un legado nacido de la supervivencia
La historia de este fascinante tesoro comenzó en 1988, cuando Forrest Fenn recibió un diagnóstico de cáncer terminal. Ante la perspectiva de su propia mortalidad, Fenn concibió una idea singular: esconder un cofre lleno de objetos valiosos en las montañas y llevar sus restos al mismo lugar. Sin embargo, tras superar sorprendentemente la enfermedad, decidió convertir esta idea en una búsqueda para otros.
En 2010, Fenn finalmente ocultó el tesoro en un lugar remoto que consideraba especial. Para guiar a los potenciales buscadores, incluyó un poema críptico en su autobiografía «The Thrill of the Chase» (La emoción de la persecución), que contenía pistas sobre la ubicación del cofre. Este acertijo en verso desató una fiebre de búsqueda que eventualmente atrajo a más de 300,000 personas hacia las vastas extensiones de las Montañas Rocosas.
Del periodismo a la caza del tesoro
Jack Stuef, el hombre que finalmente resolvió el enigma de Fenn, tenía una trayectoria profesional poco común para un cazador de tesoros. Graduado de la Universidad de Georgetown en 2009, había trabajado como escritor para medios como The Onion y Buzzfeed antes de cambiar de rumbo y matricularse en la escuela de medicina.
Fue en 2018, mientras navegaba por Twitter, cuando Stuef descubrió la existencia del tesoro de Fenn. Lo que comenzó como curiosidad pronto se convirtió en obsesión. Durante dos años, dedicó innumerables horas a estudiar meticulosamente el poema de Fenn, su autobiografía y cada entrevista disponible del coleccionista.
«Probablemente, pensé en ello al menos un par de horas al día, todos los días, desde que supe de su existencia», confesaría más tarde Stuef. Su persistencia finalmente dio frutos el 6 de junio de 2020, cuando, tras 25 días de búsqueda en un área específica de Wyoming, localizó el cofre que tantos habían buscado sin éxito.
Un hallazgo rodeado de controversia
A pesar del éxito de su búsqueda, Stuef optó inicialmente por mantener su identidad en secreto. Esta decisión, según explicaría posteriormente, se debió a los numerosos incidentes que Fenn y su familia habían enfrentado durante años, incluyendo invasiones a su hogar y amenazas.
Sin embargo, una demanda federal presentada en Nuevo México en julio de 2020 eventualmente lo obligó a revelar su nombre. Desde entonces, ha tomado medidas extremas para protegerse, incluyendo el traslado del tesoro a una bóveda segura y la mudanza de su familia a un edificio con múltiples niveles de seguridad.
Las controversias no se limitaron a cuestiones de seguridad. Tras el hallazgo, Stuef fue acusado en una demanda de haber obtenido información privilegiada mediante el hackeo de correos electrónicos y mensajes de texto, una acusación que él ha negado categóricamente. Otros buscadores han sugerido teorías más extremas, desde la posibilidad de que Fenn nunca escondiera realmente el tesoro hasta especulaciones sobre una posible recuperación antes del anuncio oficial del hallazgo.
Un legado marcado por la tragedia
La búsqueda del tesoro de Fenn no estuvo exenta de aspectos sombríos. Al menos cinco personas perdieron la vida intentando localizar el cofre en terrenos peligrosos de las Montañas Rocosas, lo que llevó a numerosas críticas sobre la responsabilidad del millonario. Estas muertes y los riesgos asociados con la búsqueda llevaron a las autoridades de varios estados a desaconsejar la participación en esta «aventura».

Forrest Fenn falleció en septiembre de 2020 a los 90 años, apenas tres meses después del hallazgo de su tesoro. A pesar de las controversias, su legado perdura como uno de los misterios modernos más fascinantes, una búsqueda que combinó aventura, tragedia y finalmente triunfo.
Para Jack Stuef, el descubrimiento representó el final de una obsesión y el comienzo de un nuevo capítulo. «Cuando encontré el tesoro, fue el sentimiento más profundo de alivio en toda mi vida», escribió en Medium, describiendo la culminación de una búsqueda que cambió su vida y cerró un capítulo extraordinario en la historia de los tesoros modernos.