Sistemas de rastreo, el arma para enfrentar al COVID-19 tras la cuarentena

El avance del COVID-19 alrededor del mundo ha significado un duro revés para las economías de los países afectados. Para evitar una crisis más profunda, los gobiernos empiezan a relajar las medidas restrictivas a fin de que la población retome su actividad regular. En este punto la tecnología juega un rol fundamental, pues se están desarrollando sistemas de rastreo para conocer el movimiento de quienes contraen el virus, a fin de alertar a quienes tuvieron contacto con los infectados y evitar nuevos focos de contagio.

Lima, Perú • Los estragos de la pandemia del coronavirus COVID-19 en la economía global han obligado a muchos países a levantar las restricciones de movilidad, adoptando diferentes medidas de seguridad, con el objetivo de prevenir un mayor número de contagios.

Mientras las autoridades sanitarias luchan para atender al creciente número de pacientes y disminuir el índice de fallecimientos, la clave para controlar la propagación del virus parece radicar en el sector tecnológico, específicamente en las telecomunicaciones.

A través de sistemas de rastreo basados en geo-localizadores GPS o tecnología Bluetooth, grandes desarrolladores han anunciado su intención de trabajar de la mano con los gobiernos para detectar la ubicación y movimientos de las personas contagiadas de COVID-19, lo que permitirá alertar a quienes tuvieron contacto con ellos como medida preventiva.

Apple y Google, por una solución conjunta

A mediados de abril, dos gigantes de la tecnología a nivel mundial como Apple y Google anunciaron un esfuerzo conjunto para poner a disposición de los gobiernos y agencias de salud la tecnología Bluetooth, con el fin de reducir los casos de coronavirus.

“Dado que el COVID-19 puede transmitirse a través de la proximidad a las personas afectadas,  funcionarios de salud pública han identificado los sistemas de rastreo de contactos como una herramienta valiosa para contener su propagación (…) Para promover esta causa, Apple y Google lanzarán una solución integral que incluye interfaces de programación de aplicaciones (API) y tecnología a nivel de sistemas operativos para ayudar a permitir el seguimiento de contactos”, anunciaron en un comunicado conjunto.

Según indicaron, durante el mes de mayo se dará el primer paso de la propuesta, que consiste en el lanzamiento de una API que permitirá la inter-operatividad de los dos sistemas operativos más usados en el mundo, iOS y Android, a través de aplicaciones ligadas a las autoridades de salud pública, que estarán disponibles para que los usuarios las descarguen. 

El anuncio de Apple y Android señala que en los próximos meses se habilitará la plataforma de rastreo de contactos basada en Bluetooth, en la que los usuarios podrán participar voluntariamente y generar interacciones.

En la práctica, si una persona tiene contacto con otra que está infectada de COVID-19 o da positivo en una fecha posterior, será alertada a través de una notificación en su teléfono móvil, lo que determinará si se somete a un periodo de cuarentena para descartar un posible contagio.

Protección de datos, cuestión de debate

La implementación de sistemas de rastreo ha levantado una serie de dudas acerca de la protección de datos y privacidad de la información. Uno de los primeros en pronunciarse fue el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien, al ser consultado por la propuesta, dijo que esta plantea “grandes problemas constitucionales” para mucha gente.

“Tenemos más un problema constitucional que mecánico, pero vamos a tomar una determinación al respecto. Es algo que discutiremos con mucha gente durante las próximas cuatro semanas”, señaló el republicano el pasado mes durante una conferencia en la Casa Blanca.

No obstante, Apple y Google han sido tajantes al afirmar que la protección de datos está garantizada. Específicamente, indicaron que las personas que han dado positivo para COVID-19 no serán identificadas. “Dada la necesidad urgente, el plan es implementar esta solución en dos pasos mientras se mantienen fuertes protecciones en torno a la privacidad del usuario”, manifestaron.

Organizaciones se pronuncian

Los sistemas de rastreo propuestos para frenar el índice de contagios de COVID-19 tienen implicaciones variables respecto a la información que comparten los usuarios. Al respecto, organizaciones internacionales piden soluciones totalmente transparentes y responsables, a fin de lograr un equilibrio entre la utilidad de estas apps y los riesgos asociados a la recopilación de datos personales.

Tal es el caso de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD), que anunció que está en contacto con ocho operadores de telecomunicaciones para obtener datos agregados anónimos de geolocalización móvil, a fin de coordinar las medidas de seguimiento de la propagación del coronavirus.

Advirtió que los sistemas de rastreo no siempre arrojan resultados exactos, pues no registran datos de personas que no tienen un smartphone, como puede ser el caso de los ancianos; y la información podría no ser exacta al distinguir entre usuarios que viven en el mismo lugar. No obstante, recalcó que estas aplicaciones son una herramienta muy útil para que los gobiernos monitoreen y contengan la enfermedad.

Por su parte, el Comité Europeo de Protección de Datos (EDPB) lanzó recientemente una guía para los países de la Unión Europea sobre el uso de sistemas de rastreo de ubicación y contacto en el contexto del COVID-19.

Entre sus disposiciones, indica que los datos de ubicación recopilados por los proveedores de telecomunicaciones solo podrán transmitirse a las autoridades con el consentimiento previo de los usuarios, manteniendo a salvo su identidad. Además, estos datos se podrán solicitar solo en los casos en que sea estrictamente necesario.

Respecto al rastreo de contactos, el comité considera que las autoridades sanitarias podrían encargarse de controlar dicha función. También se deberá cumplir con el principio de “minimización de datos y protección de datos por diseño y por defecto”. En ese sentido, el usuario deberá recibir una explicación precisa sobre el uso de sus datos personales antes de dar su consentimiento.

Iniciativas alrededor del mundo

Mientras los países de la OECD y la Unión Europea delimitan medidas para la protección de datos de los ciudadanos, en otras latitudes ya se vienen implementando diferentes sistemas de rastreo para hacer frente al coronavirus.

Gracias a la experiencia obtenida durante la propagación del virus SARS en el 2003, Singapur ha puesto en marcha un sistema de rastreo denominado TraceTogether, que utiliza tecnología Bluetooth para intercambiar códigos de identidad entre usuarios que se ubiquen a una distancia de hasta 2 metros. Si uno de ellos contrae COVID-19, alertará a quienes tuvieron contacto con él.

En Corea del Sur, el gobierno ha financiado una aplicación de seguimiento para garantizar el estricto cumplimiento de la cuarentena. Los datos recopilados no se comparten con terceros.

El C-19 COVID Symptom Tracker es una aplicación desarrollada en el Reino Unido para identificar qué tan rápido se propaga el virus en diversas áreas, a fin de recopilar información acerca de los síntomas y el progreso de la infección en diferentes grupos de personas.

En China, la posibilidad de desplazarse libremente o quedarse confinado en casa depende de un logaritmo que, tras evaluar los lugares visitados por cada usuario, emite un color verde en los teléfonos móviles de quienes pueden salir, y uno amarillo o rojo para los que están obligados a permanecer en cuarentena.

Al cierre del presente artículo, la cifra de contagiados por Covid-19 a nivel mundial alcanzaba los 3.88 millones de personas, de las cuales, 1.3 millones se han recuperado y 271 mil han fallecido.