El gobierno de Joe Biden, a través de su secretaria de Prensa, informó que se encuentra revisando las políticas impuestas durante el mandato de Donald Trump en relación a Cuba. Aunque todavía no hay anuncios específicos, aseguró que velará por la democracia y los derechos humanos.
“Nuestra política sobre Cuba va a estar comandada por dos principios: el primero es el apoyo a la democracia y los derechos humanos, que va a ser el eje, y el segundo es que los estadounidenses de origen cubano son los mejores embajadores de la libertad en Cuba”, señaló Jen Psaki, secretaria de Prensa de la Casa Blanca.
Las declaraciones de la funcionaria fueron en respuesta a una consulta sobre la posibilidad de que el nuevo gobierno de Estados Unidos deje sin efecto algunas políticas de sanciones impuestas por la administración de Trump, quien revirtió la apertura con la isla que había impulsado Barack Obama durante su mandato.
“Estamos revisando las políticas del gobierno de Trump en varios temas de seguridad nacional para asegurarnos que nuestra visión se ajusta a eso. Vamos a marcar nuestro propio camino”, señaló la vocera gubernamental, quien señaló que por el momento no hay medidas concretas.
Como se recuerda, la administración de Donald Trump impuso varias sanciones sobre Cuba, orientadas a impactar en la economía de la isla. Las medidas afectaron el sector turismo y transportes principalmente, al punto de que el líder republicano calificó al país como un “patrocinador del terrorismo”.
En respuesta, La Habana aseguró que las duras sanciones impuestas por el gobierno estadounidense anterior generaron pérdidas de hasta US$ 20,000 millones.
Trump prohibió que los cruceros estadounidenses puedan detenerse en Cuba, a lo que se suman medidas contra las empresas estatales y dirigentes de esa nación. También obstaculizó el envío de remesas y castigó a empresas extranjeras con negocios en el país, según recoge el portal Infobae.
El presidente Joe Biden ya había anunciado en campaña que Cuba necesita una “nueva política”, señalando que el país no está más cerca de la libertad y la democracia que hace cuatro años, cuando él era vicepresidente.
