
Residente permanente con historial criminal borrado enfrenta deportación tras ser detenida en aeropuerto de San Francisco
San Francisco, 28 de abril de 2025 • Cliona Ward, una mujer irlandesa con tarjeta de residencia permanente en Estados Unidos desde hace más de tres décadas, fue detenida por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el Aeropuerto Internacional de San Francisco el pasado 21 de abril, generando preocupación sobre la intensificación de las políticas migratorias en el país.
Ward, quien emigró a Estados Unidos a los 12 años, acudió al aeropuerto para entregar documentación que demostrara que su historial criminal había sido eliminado, según informó su hermana, Orla Holladay, a la revista Newsweek. Sin embargo, este intento de cumplir con los requerimientos de inmigración terminó en una nueva detención.
El caso de Ward no es aislado. Su situación se enmarca en una política migratoria más severa implementada durante la administración de Donald Trump, que ha intensificado las acciones contra migrantes con antecedentes penales, incluso aquellos que poseen documentación válida como tarjetas de residencia o visas.
La detención actual es la segunda que Ward enfrenta en poco más de un mes. El 19 de marzo fue inicialmente retenida por la CBP en el Aeropuerto de Seattle, cuando regresaba de un viaje a Irlanda donde había ayudado a su madrastra a visitar a su padre gravemente enfermo. En aquella ocasión, según relata su hermana, pasó tres días en condiciones precarias antes de ser liberada con la condición de presentar documentos sobre la eliminación de su historial criminal.
El pasado delictivo de Ward incluye seis casos que datan de hace más de 15 años: dos cargos graves relacionados con posesión de drogas y cuatro delitos menores, como no notificar oportunamente un cambio de dirección al Departamento de Vehículos Motorizados. Estos incidentes ocurrieron durante un período de cinco años en que Ward luchaba contra una adicción, situación que según su familia superó hace más de dos décadas.
«Mi hermana es una persona con un pasado doloroso, pero no una criminal», declaró Holladay, destacando que Ward ha estado completamente sobria durante más de 20 años y ha viajado libremente dentro y fuera del país desde entonces.
La situación ha generado respuestas de representantes políticos. Jimmy Panetta, congresista demócrata de California, calificó como «incomprensible e inaceptable» que se utilice como justificación para deportar a un residente permanente legal un incidente ocurrido hace más de dos décadas que supuestamente fue borrado de su historial.
El caso adquiere mayor complejidad considerando que Ward trabaja a tiempo completo en una organización sin fines de lucro y es la principal cuidadora de su hijo, un ciudadano estadounidense que padece la enfermedad de Crohn y enfrenta complicaciones de salud adicionales.
Desde su detención el 21 de abril, la familia pudo establecer contacto con ella por primera vez el 23 de abril. Según Holladay, las condiciones de detención en San Francisco son significativamente mejores que las que enfrentó en Seattle, ya que tiene acceso a alimentos y agua de mejor calidad y ha podido comunicarse con su hijo.
Este caso pone de manifiesto las tensiones en la política migratoria estadounidense y plantea interrogantes sobre la proporcionalidad de las medidas contra residentes permanentes con historiales delictivos antiguos, especialmente cuando estos podrían haber sido legalmente borrados y las personas han demostrado rehabilitación e integración en la sociedad durante décadas.