Fallece Orlando Cepeda, leyenda del béisbol y ex estrella de los Cardenales de St. Louis

St. Louis, MO • Orlando Cepeda, miembro del Salón de la Fama del Béisbol y ex jugador estrella de los Cardenales de Saint Louis, falleció el viernes por la noche a la edad de 86 años. Según un comunicado de los Gigantes de San Francisco, equipo con el que Cepeda pasó gran parte de su carrera, el legendario pelotero murió rodeado de su familia.

Conocido como «Baby Bull – El Bebé Toro» y «Cha-Cha«, Cepeda se destacó como uno de los primeros grandes jugadores de origen puertorriqueño en las Grandes Ligas. Su versatilidad en el campo le permitió desempeñarse tanto en los jardines como en la primera base.

Durante su ilustre carrera, Cepeda alcanzó la cima del éxito en 1967 con los Cardenales de Saint Louis, año en el que ganó la Serie Mundial y fue nombrado Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional. En sus tres temporadas con los Cardenales, Cepeda mantuvo un impresionante promedio de bateo de .290, conectando 58 jonrones y produciendo 242 carreras.

Aunque su paso por St. Louis fue breve pero memorable, Cepeda dejó una huella aún más profunda en la historia de los Gigantes. Debutó con el equipo en 1958, coincidiendo con la mudanza de la franquicia de Nueva York a San Francisco. En su temporada de novato, Cepeda deslumbró con 25 jonrones, 96 carreras impulsadas y un promedio de bateo de .312, lo que le valió el premio al Novato del Año de la Liga Nacional.

A lo largo de su carrera de 17 temporadas (1958-1974), Cepeda acumuló 379 jonrones, 1,365 carreras impulsadas y un promedio de bateo de .297. Además de sus años con los Gigantes y los Cardenales, también jugó para los Bravos de Atlanta (Braves), los Atléticos de Oakland (Athletics), los Medias Rojas de Boston (Red Sox) y los Reales de Kansas City (Royals).

Greg Johnson, presidente de los Gigantes, expresó: «Hemos perdido a un verdadero caballero y leyenda. Orlando fue un gran embajador del juego durante su carrera y más allá».

Por su parte, los Cardenales de St. Louis recordaron a Cepeda en un breve comunicado: «Orlando trajo su amor por la vida y el juego del béisbol a St. Louis. Será recordado por su distinguida carrera como jugador, pero más importante aún, por la alegría contagiosa que compartía con los demás».

La muerte de Cepeda se produce apenas diez días después del fallecimiento de Willie Mays, otro miembro del Salón de la Fama con quien Cepeda formó una temible dupla ofensiva durante su tiempo con los Gigantes.

El legado de Orlando Cepeda trasciende sus logros en el campo. Como uno de los pioneros latinoamericanos en las Grandes Ligas, abrió camino para futuras generaciones de jugadores y se ganó el cariño de los aficionados, no solo por su talento, sino también por su carisma y pasión por el béisbol.