México elige entre dos mujeres en las elecciones cruciales en medio de polarización y violencia

Ciudad de México • México se dirige a unas elecciones generales el próximo domingo sumido en una profunda división social y política, que ha llevado a amigos y familiares a evitar hablar de temas políticos por temor a empeorar las divisiones existentes. Al mismo tiempo, los cárteles de la droga han fragmentado al país en un mosaico de territorios en guerra.

En medio de una ola inusual de calor, sequía, contaminación y violencia política, el ambiente se ha caldeado aún más de cara a estos comicios que determinarán si el próximo presidente logrará frenar la violencia subyacente y la polarización que azota a la nación.

La división predominante enfrenta a los simpatizantes del presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, contra quienes se oponen a su movimiento conocido como la «Cuarta Transformación». López Obrador ha retratado esta contienda como un «referéndum» sobre el tipo de país que los mexicanos desean.

La candidata opositora Xóchitl Gálvez ha centrado sus críticas en la política de «abrazos, no balazos» del mandatario, que ha evitado confrontar a los cárteles del narcotráfico. Por su parte, la abanderada de Morena, Claudia Sheinbaum, lidera las encuestas y ha prometido continuar todos los programas de López Obrador si resulta electa.

«En este país no se está construyendo un sentido de ciudadanía, sino más bien de bases de votantes», advierte Gloria Alcocer, directora de la revista cívica Voz y Voto. López Obrador está impedido por ley de buscar la reelección.

Morena ya controla 23 de las 32 gubernaturas estatales y busca la mayoría calificada en el Congreso para poder reformar la Constitución a su antojo, un escenario que aterra a quienes lucharon décadas por construir una democracia con contrapesos institucionales.

Las líneas divisorias están claramente trazadas en una nación cuyas fuerzas de un populismo iracundo y un liberalismo polarizado por los ingresos se baten en una lucha existencial. Temas como la identidad nacional, la influencia extranjera y la exclusión económica han dividido al país en bandos enfrentados.