República Checa decreta día nacional de luto tras el peor tiroteo de su historia
El gobierno de República Checa decretó un día nacional de luto en homenaje a los fallecidos en el tiroteo del jueves en la facultad de Filosofía de la Universidad Carolina de Praga, que dejó 17 víctimas mortales.
El ataque es considerado como la peor matanza masiva en la historia checa.
Al mediodía del sábado, luego del sonido de campanas, todo el país guardó un minuto de silencio para honrar a las víctimas del ataque. Las banderas nacionales en los edificios públicos se izaron a media asta.
En la catedral de San Vito de Praga, la más grande del país, se celebró una misa abierta a la que asistió el presidente Petr Pavel y los presidentes de ambas cámaras del Parlamento.
“Todos todavía estamos conmocionados a nuestra manera. Necesitamos condenar claramente lo sucedido, pero también debemos mirar hacia el futuro”, dijo el arzobispo de Praga, Jan Graubner, quien ofició la ceremonia.
Graubner también pidió oraciones por los fallecidos. “El acontecimiento nos deja sin aliento hoy con una multitud de preguntas que gritan en el silencio vacío de nuestros corazones y no encontramos respuesta para ellas. No intentaré dar una explicación humana, nos hemos reunido en la catedral para orar”, expresó.
En la misa participó un grupo de estudiantes de la universidad que fue escenario de la matanza, quienes llevaron una rosa al altar por cada una de las víctimas. En total se colocaron 18 rosas, 14 por las víctimas de la facultad, otra para el padre del atacante y dos para las víctimas de un asesinato que habría sido cometido por el tirador de Praga antes del ataque masivo.
Una rosa más representaba al autor del tiroteo, y fue llevada por un capellán militar.
Muchas localidades en el país europeo han realizado cambios o cancelaciones en sus actividades navideñas como medida de seguridad.
Desde el viernes se ha comenzado a difundir la identidad de las víctimas del tiroteo, siendo la mayoría de ellos estudiantes y profesores universitarios. El ataque también dejó un total de 25 personas heridas, diez de ellas de gravedad, que se encuentran internadas en varios hospitales de Praga.
En otras ciudades y pueblos de República Checa también se celebraron servicios religiosos similares.
