Donald Trump fue absuelto por el Senado en su segundo juicio político
El Senado estadounidense no logró reunir los votos necesarios para que el ex presidente Donald Trump sea condenado por el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, que dejó cinco fallecidos. De los 67 votos necesarios (dos tercios), solo 57 congresistas (50 demócratas y 7 republicanos) votaron a favor.
El segundo ‘impeachment’ contra el ex mandatario fue impulsado debido a su supuesta responsabilidad en haber incitado a sus seguidores a irrumpir en la sede del Congreso, hecho que ocurrió el mismo día en que los representantes debían certificar la victoria de Joe Biden en las elecciones de noviembre.
Previo al asalto, Donald Trump se dirigió a sus correligionarios y los animó a hacer oír sus voces “pacífica y patrióticamente”. En aquella ocasión, también manifestó a sus seguidores que debían luchar con todas sus fuerzas, ya que de lo contrario se iban a quedar sin país.
Desde que la ventaja de Biden en las elecciones se fue estirando, Donald Trump sostuvo en todo momento que hubo un fraude electoral, aunque nunca presentó pruebas concretas que respalden su acusación.
Como consecuencia de su mensaje, un grupo de partidarios burló a la seguridad del Capitolio e ingresó al interior del recinto, generando caos entre los congresistas presentes. Durante el operativo, murieron cuatro manifestantes y un agente de policía.
Alrededor de las 4 de la tarde, el Senado votó para inhabilitar al ex presidente para el ejercicio de cualquier cargo de “representación, honor, confianza o remuneración de y por Estados Unidos”, lo que le hubiera impedido postular nuevamente a la presidencia. Sin embargo, faltaron 10 votos para lograr la condena.
Lo más relevante de la votación fueron los cuatro senadores republicanos que votaron a favor de condenar a Trump. Entre ellos, se encuentra el conservador Ben Sasse y otros centristas, entre los que destaca Mitt Romney, candidato republicano a la presidencia en el 2012.
Aunque se trata de una victoria para Trump, esta ha sido la primera vez en la historia de Estados Unidos en que un porcentaje tan alto de senadores del mismo partido del presidente vota en favor de un juicio político, lo que evidencia la crisis que se vive en el Partido Republicano, y que podría tardar un buen tiempo en resolverse.
