
El gobierno de Trump cancela los permisos humanitarios a más de 530,000 migrantes
Una nueva política migratoria dejará sin protección legal a cientos de miles de personas procedentes de Cuba, Venezuela, Nicaragua y Haití
Washington D.C. • La administración del presidente Donald Trump ha decidido poner fin definitivo al programa de permisos humanitarios implementado durante el gobierno de Joe Biden, una medida que afectará a aproximadamente 530,000 inmigrantes y sus familiares inmediatos. Este cambio en la política migratoria, que se oficializará el próximo martes 25 de marzo, obligará a miles de personas a abandonar Estados Unidos en las próximas semanas.
Según documentos preliminares del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), el programa conocido como «parole humanitario» finalizará a finales de abril, específicamente 30 días después de que la normativa sea publicada en el Federal Register. La disposición es contundente: «Aquellos que no tengan un fundamento legal para quedarse en Estados Unidos tras la eliminación de este programa tendrán que abandonar el país antes de la fecha en que termina su permiso».
Un programa truncado
El programa implementado por Biden había comenzado en octubre de 2022, inicialmente para ofrecer una vía legal a los venezolanos que llegaban en números significativos a la frontera estadounidense. Posteriormente, en enero de 2023, se extendió para incluir a ciudadanos de Haití, Cuba y Nicaragua.
El permiso humanitario otorgaba estadías legales de dos años con autorización para trabajar y protección contra la deportación. Aunque no garantizaba la residencia permanente ni la ciudadanía, proporcionaba un alivio temporal a personas procedentes de países con crisis políticas, económicas y de seguridad.
Las cifras oficiales revelan el alcance del programa:
- 210,000 haitianos
- 117,000 venezolanos
- 110,000 cubanos
- 93,000 nicaragüenses
En total, aproximadamente 532,000 personas fueron beneficiadas hasta el 22 de enero de este año, según reconoce el propio documento del DHS.
Justificación oficial y contradicciones
La administración Trump argumenta que este programa ya no es necesario debido a la disminución en el número de detenciones fronterizas de ciudadanos provenientes de estos cuatro países. El DHS señala que las detenciones mensuales han caído a menos de 6,000 desde junio del año pasado, y en enero de 2025 fueron apenas 3,400.
«Las necesidades de este tipo de programas en la frontera son muy distintas ahora», indica el texto oficial. Sin embargo, el mismo documento reconoce que la medida implementada por la administración Biden efectivamente redujo la migración desde estos países, con una disminución de 600,000 detenciones en 2022 a 183,000 en 2024.
La justificación oficial critica que los incentivos del programa «no se tradujeron en una mejora suficiente y constante de la seguridad fronteriza», aunque las propias cifras del gobierno indican lo contrario.
Antecedentes recientes
Esta decisión no llega de forma inesperada. En los últimos meses de su mandato, el presidente Biden ya había comenzado a limitar el alcance del programa, presionado por la campaña electoral donde la seguridad fronteriza se había convertido en tema prioritario. En octubre pasado, Biden anunció la cancelación de la prórroga para venezolanos a partir de finales de 2024 y para enero de 2025 al resto de nacionalidades.
Sin embargo, la administración Trump ha acelerado drásticamente este calendario, dejando a miles de personas con permisos que ahora serán invalidados antes de su fecha de expiración original.
Incertidumbre para otros grupos migrantes
La atención se centra ahora en si medidas similares afectarán a otros grupos, particularmente a los aproximadamente 240,000 ucranianos que llegaron a Estados Unidos tras el inicio del conflicto con Rusia.
A principios de marzo, el presidente Trump sugirió que una decisión sobre este grupo vendría «muy pronto». Según informes de la agencia Reuters, los ucranianos también podrían quedar sin protección contra la deportación antes de abril.
Esta serie de medidas se alinea con la promesa electoral de Trump de llevar a cabo «la mayor operación de repatriaciones de la historia del país», una política que está siendo implementada por Kristi Noem al frente del Departamento de Seguridad Nacional, quien se ha caracterizado por su dura postura en temas migratorios.
Para cientos de miles de personas que habían encontrado un refugio temporal en Estados Unidos, comienza ahora una cuenta regresiva que los obliga a tomar decisiones drásticas sobre su futuro inmediato.