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Ferguson cinco años después, el evento que cambio St. Louis para siempre

Por Jaime Klein

Saint Louis, Missouri –– (Redacción Diario-Digital.com) • La muerte de un joven negro de 18 años de edad a manos de un policía de raza blanca en Agosto del 2014 galvanizó el problema del racismo en Estados Unidos y ayudo a empujar un nuevo movimiento de derechos cívicos desde una pequeña municipalidad al norte del condado de St. Louis, Missouri.

Fue el 9 de Agosto del 2014 cuando Michael Brown Jr., junto a un par de amigos, entro en el mercado de Ferguson ubicado sobre la avenida de West Florissant en Ferguson, Missouri. Según testigos y los empleados de la tienda, Brown había robado una cajetilla de cigarillos valorada en menos de $5.00.

Poco después de este supuesto incidente, el joven entraría en contacto con el policía Darren Wilson. El mundo de ambos hombres cambiaría para siempre. Un impacto que sacudió a St. Louis y cambió su historia.

La noticia original de la muerte de Brown salió como que el policía lo mató a sangre fría mientras el muchacho iba a la casa de su abuela a hacer sus deberes. Semanas más tarde, se estableció que Brown y Wilson forcejearon y ahí es cuando el agente disparó fatalmente a Michael Brown Jr. Los sucesos exactos aún no están esclarecidos. Lo que si queda claro es que el muchacho no mereció morir.

El formato y la manera en que se publicó inicialmente la historia es quizás un importante punto de lo que vino a continuación.

Meses de protestas, algunas muy violentas, pusieron a la pequeña comunidad de Ferguson en el mapa mundial. Noticieros de todo el mundo pusieron su mirada en Ferguson buscando las respuestas que la comunidad pedía desde hace años. Diario Digital fue el primer noticiero hispano en llegar a la escena de los ocurrido, cuando Michael Brown aun llacia muerto en la carretera de Canfield donde fue baleado por Wilson.

La primera pregunta que se hizo desde un punto de vista internacional fue el querrer entender la explicación de como un policía blanco pudiera estar justificado en matar a un jóven negro desarmado sin encontrar otra solución menos contundente.

La pregunta era evidente y de doble filo. ¿Porque exisitía el racismo en la era moderna en un país que profesa de la libertad y la igualdad?

La comunidad negra de Ferguson, localidad en donde ocurrieron los hechos había llegado a un punto de hervor. Años de maltrato por la policía (mayormente de raza blanca) y las cortes municipales (tambien de raza blanca) que buscaban, como se comprobó meses más tarde, la manera de arrestar, encarcelar y multar a personas pobres, la totalidad de ellos de raza negra. El termino ‘Racismo Institucional’ se usó mucho en esos días.

La muerte de Michael Brown Jr. no fue un hito en la larga tendencia de Policías asesinando a ciudadanos. De hecho en las semanas antes y en los meses desde entonces muchos más han fallecido a manos de policías. Michael Brown Jr. no fue el primero y lamentable no será el último, mientras la policía tenga que trabajar en comunidades más armadas que ellos mismos y perdure una cultura racista en ambos lados.

Sin justificar nada, es importante entender que hay dos puntos de mira sobre este debate. Por un lado esta el joven negro, que asediado por la pobreza, el elemento criminal de las pandillas, que a temprana edad reclutan soldados para sus filas, les ponen armas en las manos y dinero fácil vendiendo drogas y otras actividades ilícitas.

Por el otro lado esta el policía, que en el mejor de sus intenciones de ayudar a la comunidad tiene que lidiar con elementos criminales de extrema violencia. Los adolescentes con armas más poderosas y sofisticadas parecen no tener miedo a la autoridad porque de temprana edad se les enseña a no confiar en ellos y rápidamente aprenden a ver a un policía como una amenaza.

El policía contiende con un alto nivel de presión. Presión para cumplir con su deber de agente publico, tener que rendir cuentas a través de cuotas mensuales de multas para obtener fondos municipales de sus jefes, tener la posibilidad de sobrevivir su turno y regresar junto a sus familias en un ambiente de constante violencia armada en comunidades donde no son realmente bienvenidos o confiados. Cada bando asume su postura de ‘guerra’ y así comienza el vicioso ciclo de odio, desconfianza y temor.

Desde el 2014, los gobiernos locales, estatales y federales han trabajado para encontrar soluciones a la raíz de Ferguson, que tuvo menos que ver con Michael Brown jr. y más que ver con ese ‘racismo institucional’ de los Estados Unidos. Un racismo que tiene su propia estampa. Un racismo que tiene profundas raíces históricas en Estados Unidos.

GALERÍA INÉDITA DE IMAGENES – FERGUSON 2014

  • Nelly en Ferguson 2
  • Nelly en Ferguson
  • Manifestantes en Ferguson
  • Periodista de CNN Don Lemon transmitiendo desde Ferguson ( Foto J. Klein)

Cinco años más tarde tomamos nota de los cambios importantes que se han producido a nivel local. Las comisiones entregaron sus estudios, los fiscales concluyeron sus investigaciones y la sociedad de St. Louis aun contempla el trauma de esos días turbios en Ferguson en el 2014.

Darren Wilson, el ex-policía que mató a Michael Brown jr. nunca fue ajusticiado. La sospecha de que el racismo institucional tuvo algo que ver con la decisión del Gran Jurado queda abierto hasta este día.

Por ello, el padre de Michael Brown, del mismo nombre hara una petición este viernes, en el aniversario de la muerte de su hijo, para que se re-abra el expediente.

FORWARD THROUGH FERGUSON

Programas de educación, fomento económico, mejoras en las escuelas y ampliación de la bolsa de trabajo, con mejor acceso a salarios dignos ha sido un buen comienzo para la ciudad y condado de St. Louis después de Ferguson.

La pequeña municipalidad se ha recuperado en gran parte de lo perdido, los negocios saqueados han reconstruido, los vidrios rotos han sido repuestos y los escombros limpiados de los violentos disturbios la noche que se conoció el veredicto de inocencia de Wilson.

La investidura de Wesley Bell, un ex-concejal y abogado de Ferguson convertido a Fiscal General del Condado, ha sido un paso transcendental para las relaciones entre policías y la comunidad negra. Por fin, un negro en St. Louis no podrá temer si el fiscal que le acusa lo hace por racismo o por necesidad profesional.

La redistribución de poderes en Ferguson, el cambio de gobierno, tres jefes de policía y una reestructuración de las cortes ha permitido cicatrizar algunas de las heridas originales en Ferguson. Pero no todo lo que luce es de oro. Han habido problemas, contratiempos y errores irreparables.

Empresarios y políticos se unieron para encontrar soluciones. Hasta el día de hoy, mucha de la motivación en ayudar la franja norte de St. Louis se basa en lo que pasó en Ferguson hace cinco años.

Millonarios como Jack Dorsey, uno de los fundadores de Twitter, han implementado programas de mejoras en los barrios del lado norte de la ciudad. Barrios que hasta hace poco parecían más zonas de guerra que comunidades de vecinos.

La región como tal ha prestado atención a las necesidades de las comunidades más pobres y programas patrocinados por algunos de los ciudadanos más influyentes en St. Louis han ayudado a avanzar la lucha contra la disparidad económica que se identifico en el 2014. El camino es largo y quizás no veamos resultados en esta vida, pero lo importante es subrayar la trayectoria en positivo que esta en marcha.

Tomando nota de los últimos cinco años, nos preguntamos si en verdad han habido cambios contundentes en St. Louis. ¿Qué impacto ha tenido la comisión de Ferguson sobre la región?, ¿Que ideologías han cambiado la sociedad sanluiseña?

Sabemos que hay en marcha varios programas de mejoras en los centros educativos en el corredor norte de St. Louis, pero el crimen y los continuador homicidios de los jóvenes negros pinta un marco preocupante en si la comunidad podrá superarse y mejorar.

Para recibir una educación, hay que sobrevivir las duras calles. Para recibir una educación hay que sobrevivir las drogas, las pandillas, las presiones de amigos para unirse a una pandilla o realizar actividades criminales. Nadie opta por esta vida. Son cartas pre-barajeadas y escogidas para cada uno de los jóvenes que ha temprana edad tienen experiencias muy intimas con la miseria, la muerte, las familias rotas y la pobreza tan extrema que parece difícil pensar que ocurre en el país más rico del mundo.

Cada día parece haber una noticia de uno, dos o más muertos en St. Louis. Víctimas que a menudo no pasan de los 23 años de edad. Vendettas, drogas y pandillas controlan gran parte del espíritu de las comunidades pobres. La policía culpa a la alcaldía y a los concejales de limitar los recursos, los políticos dicen que la policía no hace los suficiente para sufragar el crimen y aquellos que son ajusticiados por la ley dicen que la falta de oportunidades les obliga a una vida de violencia y hampa.

St. Louis ha mejorado para algunos, empeorado para otros. Un ciclo que parece ser la materia prima de Estados Unidos. Parece ser que para que algunos avances, otros se tienen que quedar atrás. El ciclo es vicioso e irrompible.

Históricamente el estadounidense nunca resolvió el conflicto de la esclavitud. En 1863, el Presidente Abraham Lincoln emancipó a los esclavos negros del sur. Aunque por ley lo hiciera, el sur, gobernado por los estados secesionistas no aceptaron esta resolución engendrando una profunda ideología anti-federalista y preservando la mentalidad racista en las siguientes 10 generaciones de sureños, la totalidad gente de raza blanca, conservadora e irónicamente autodenominado como Cristianos.

Así como el joven negro, no tiene mucha esperanza de alcanzar un éxito profesional o personal en la vida, muchos jóvenes blancos, cristianos y conservadores ven al negro aun como un esclavo, inferior a su propia raza. Los más callados suelen ser los más peligrosos.

Dicen que con un oso ruidoso tienes tiempo de escalar el árbol. Es el tigre silencioso el que siempre cobra su presa. Esta analogía aplica a los tiroteos recientes en El Paso, Texas y Dayton, Ohio que conjuntamente cobraron más de 30 vidas en menos de 24 horas. Hombres blancos, conservadores y supremacistas que ven a su raza como el primer orden humano.

La gran ironía es que el blanco racista en Estados Unidos no entiende porque odia a la gente de color. Se le enseño ha hacerlo desde pequeño y por tanto continua su tradición sin comprender la igualdades que existen entre todo humano.

Los expertos basan el odio racial en la falta de educación, el temor y los estereotipos perpetuados por jerarquías mayores en forma de iglesias, organizaciones políticas o sociales y en familia.

Ferguson no enseño que para mejorar hay que por lo menos tener comprensión de los temas y puntos dolorosos de las comunidades. La mayoría de las personas preferirían un trabajo digno a tener que romper la ley, y mucho menos tener que matar para ganarse la vida.

Haciendo comunidad se trata de entender lo que nos debilita como sociedad y encontrar soluciones que refuercen con esperanza y oportunidad a esas debilidades.

Ferguson creó grandes oportunidades para aquellos que participaron, pero en gran medida, las comunidades pobres siguen siendo pobres, la gente aun muere a manos de los policías sin escrúpulos y la cultura de violencia y armas esta tan engranado en nuestra sociedad, que será imposible eliminarlo sin extirparlo como a un cáncer.

Lo ocurrido en Ferguson nos sirvió de advertencia que la ignorancia, la incomprensión y el odio son catalizadores para males mayores.

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