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El Presidente de México, Enrique Peña Nieto anuncia un decálogo contra el crimen organizado

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El Presidente de México anuncia un decálogo contra el crimen organizado, una serie de diez medidas diseñadas a combatir la infiltración del crimen organizado en el gobierno local y municipal.

El presidente de México, Enrique Peña Nieto ha introducido diez nuevas medidas para combatir la corrupción e infiltración por organizaciones criminales en casi todos los organismos de gobierno mexicano. El máximo dirigente Mexicano ha sostenido que el grito «todos somos Ayotzinapa», que se ha convertido en el grito de muchas manifestaciones celebradas en semanas pasadas  a lo largo y ancho del país tras la desaparición de 43 ‘normalistas’ (estudiantes de magisterio» es un llamamiento para transformar el país.

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Presidente de la República Mexicana – Enrique Peña Nieto

La principal medida propuesto por Nieto es la elaboración de una ley integral contra el crimen organizado, centrada en prevenir la infiltración de elementos criminales en la política municipal, que reforzará la autoridad  a nivel estatal y federal.

La propuesta indica una acción federal de desalojar los Ayuntamientos y asumir control temporal si de descubre convivencia entre criminales y autoridades municipales, como fue el caso de Iguala.

Otro punto central de este nuevo plan nacional es la supresión de las policías municipales, en las cuales las organizaciones de crimen organizado están infiltradas. Los departamentos municipales pasarían a ser absorbidos por el gobierno estatal de cada región.

«Pasaremos de 1.800 policías municipales débiles a 32 sólidas corporaciones de seguridad estatal que sean más confiables, profesionales y eficaces. Estarán homologadas en sus niveles de profesionalizan y equipamiento», ha dicho Nieto.

Reforma de la Justicia

El jefe de Estado ha avanzado que se definirán las competencias en materia penal para que ninguno de los niveles de Gobierno tenga «excusas» para no investigar una denuncia, según ha informado la prensa mexicana.

Ello se complementará –ha anunciado– con la creación de un teléfono único de emergencias (911) que operará en todo el territorio nacional y con «una amplia agenda de reformas para mejorar la Justicia ordinaria».

Peña Nieto también ha anunciado leyes generales de tortura y desaparición forzada para establecer protocolos y procedimientos exhaustivos contra estas prácticas y, en un paso más, crear un sistema nacional de búsqueda de personas desaparecidas.

Asimismo, ha prometido reforzar los principios de transparencia, rendición de cuentas y participación ciudadana, para cual creará un portal de información sobre contratistas y proveedores de las administraciones públicas federales.

Operativos especiales

Además, Peña Nieto ha anunciado que, como medida de urgencia, pondrá en marcha un operativo de seguridad en la región de Tierras Calientes, que abarca los estados de Guerrero y Michoacán, y otro en Jalisco y Tamaulipas.

Peña Nieto ya adelantó al inicio de esta semana que haría «un anuncio importante» para evitar que hechos como los de Iguala vuelvan a repetirse. El Gobierno ha estado sometido a mucha presión por la desaparición de los 43 ‘normalistas’ en Iguala.

Caso Iguala

Los ‘normalistas’ llegaron a Iguala el 26 de septiembre para recaudar fondos para viajar a la capital mexicana el 2 de octubre con el fin de participar en la conmemoración de otra matanza, la de Tlatelolco.

Ese día la esposa del alcalde tenía previsto presentar un informe de su labor al frente del Sistema de Desarrollo Integral para la Familia municipal y, ante el temor de que los estudiantes reventaran el acto, como ya había ocurrido en el pasado, el alcalde ordenó a la Policía actuar contra los ‘normalistas’.

Policías de Iguala, apoyados por agentes de Cocula, interceptaron a los jóvenes a la entrada del municipio y abrieron fuego, matando a uno de ellos y dando lugar a un enfrentamiento que se saldó con seis muertos y 25 heridos.

Una vez controlada la situación, detuvieron a los ‘normalistas’ que no consiguieron huir, les condujeron en varios furgones policiales a los límites entre Iguala y Cocula y se los entregaron a Guerreros Unidos.

A partir de ese momento se pierde el rastro de los 43 ‘normalistas’. Queda ahora el análisis de las cenizas, ya que el de los cadáveres de la veintena de fosas comunes halladas en Iguala y municipios cercanos ha revelado que no son los jóvenes.

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