Estados Unidos: Ex presidentes se comprometen a vacunarse contra el coronavirus en público
A pocos días de que la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) decida si otorga la autorización de emergencia a la vacuna de Pfizer/BioNTech contra el coronavirus, tres ex presidentes de Estados Unidos manifestaron su intención de aplicarse la dosis en público, con el objetivo de animar a los estadounidenses a que hagan lo mismo.
Se trata de los ex mandatarios Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton, quienes han expresado sus motivos para inocularse ante diferentes medios de comunicación.
Barack Obama respaldó al principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, y a las autoridades sanitarias del país. “Si Fauci me dice que esta vacuna es segura y puede inmunizar contra la covid, definitivamente la tomaré”, declaró en una entrevista de radio en SiriusXM.
El ex presidente de 59 años aseguró que tomará la vacuna cuando esta se encuentre disponible para personas de menor riesgo. Al respecto, dijo que podría hacerlo en televisión, con el objetivo de que la población tenga confianza en este proceso.
En el caso de George W. Bush, un representante dijo a la cadena CNN que el ex presidente republicano, que hoy tiene 74 años, tiene la intención de promover las vacunas, por lo que se podría administrar la dosis frente a las cámaras.
A su vez, el portavoz de Bill Clinton, Ángel Ureña, declaró al mismo medio que el ex presidente demócrata se vacunará en público si es que con ello los estadounidenses se animan a hacer lo propio.
Se espera que Estados Unidos se sume a la decisión del Reino Unido y apruebe la vacuna desarrollada por la alianza Pfizer/BioNTech, cuya preparación registra una efectividad de 95%. La otra candidata es la farmacéutica Moderna, que también ha solicitado la autorización de emergencia de su vacuna.
En tanto, un panel de especialistas de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) pidió el último martes que las primeras vacunas sean destinadas a los trabajadores sanitarios y a los ancianos de las residencias. Este sector de la población comprende a más de 24 millones de personas.
El gobierno federal considera que, de obtener la aprobación de la vacuna, tendría unas 40 millones de dosis antes de fin de año, con lo que se podría inocular a 20 millones de personas.
Una encuesta realizada en noviembre por la firma Gallup mostró que el 42% de adultos estadounidenses no estaba dispuesto a colocarse la vacuna. No obstante, la cifra es menor a la registrada en setiembre, cuando el 50% manifestó su negativa de administrarse la dosis para prevenir el coronavirus.
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