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Lula firma decreto que restringe el acceso a armas en Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, aprobó este viernes un decreto que pone límites al acceso de armas de fuego, cumpliendo así una de sus principales promesas de campaña. La medida busca reducir el índice de violencia en la Amazonía y deja sin efecto las políticas pro-armas del ex presidente Jair Bolsonaro.

El decreto de “Regulación responsable de armas” es parte de un plan integral orientado a fortalecer la seguridad pública. La iniciativa también busca castigar de forma ejemplar los delitos antidemocráticos e imponer medidas drásticas contra los ataques a escuelas.

El líder izquierdista dijo que la medida evoca la campaña de desarme que impulsó durante su primer mandato (2003 – 2006), en la que los ciudadanos entregaron miles de armas. En esta ocasión, el objetivo es “continuar luchando por un país desarmado”, señaló.

“Quienes tienen que estar armados son la Policía y las Fuerzas Armadas brasileñas”, expresó el mandatario.

La nueva legislación establece una reducción el número de armas y municiones para civiles, incluyendo a cazadores, tiradores y coleccionistas. También se decidió que el control del armamento estará a cargo de la Policía Federal y ya no por el Ejército.

A partir de ahora, la tenencia de armas para cada persona se reducirá a la mitad, pasando de cuatro a dos. En tanto, el número de municiones disminuirá de 200 a 50 por año, mientras que los registros de posesión de armas tendrán una validez de tres años, cuando antes era de diez.

En tanto, los ciudadanos comunes que deseen comprar un arma para defensa personal deberán comprobar la “efectiva necesidad” ante las autoridades, un requisito que Bolsonaro había eliminado.

Mientras tanto, los clubes de tiro ya no podrán funcionar las 24 horas y deberán estar ubicados por lo menos a 1 kilómetro de distancia de las escuelas.

La medida establece que las pistolas de calibre 9 milímetros y otros modelos similares, que fueron las más vendidas en años recientes, estarán nuevamente clasificadas como armas de uso restringido, y solo podrán ser utilizadas por las fuerzas de seguridad.

“Una cosa es que un ciudadano tenga un arma en casa, de protección, porque hay gente que considera que tener un arma en casa es una seguridad. Pero lo que no podemos permitir es que haya arsenales de armas en manos de las personas”, dijo el presidente Lula durante un acto solemne en el Palacio del Planalto de Brasilia.

Durante el gobierno de Jair Bolsonaro, el número de armas de fuego en posesión de particulares se incrementó un 241%, de acuerdo a datos del Anuario Brasileño de Seguridad Pública.

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