Féretro de la reina Elizabeth II ingresó en la bóveda real en Windsor
El féretro con los restos de la reina Elizabeth II fue ingresado esta tarde al interior de la bóveda real de la capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, para luego ser enterrado en la cripta real junto a la tumba de su esposo, el duque de Edimburgo.
El traslado se produjo después de realizarse una ceremonia religiosa que contó con la participación de los miembros de la familia rea y dignatarios de varios países del mundo.
Antes de ingresar a la bóveda, se retiraron del ataúd los símbolos del reinado de Elizabeth II, como la corona imperial, el orbe y el cetro. El acto fue secundado por la melodía de un gaitero escocés, quien solía despertar cada mañana a la reina.
Al término del servicio religioso oficiado hoy en la abadía de Westminster, en Londres, el féretro de la monarca fue sacado del templo sobre una cureña tirada con cuerdas por más de un centenar de marineros de la Royal Navy (Marina), y recorrió en procesión las calles de la capital, seguido a pie por el nuevo rey Charles III, el príncipe William de Gales y otros miembros de la familia real.
A su llegada al arco de Wellington, en la esquina sureste de Hyde Park, el ataúd fue transferido a un vehículo fúnebre y, desde allí, partió en su último viaje, hasta Windsor, a unos 35 kilómetros de Londres.
A su llegada, como estaba previsto, los restos de Elizabeth II recorrieron en procesión los cerca de 5 kilómetros del denominado Long Walk, la avenida arbolada que desemboca en el castillo de Windsor, la residencia real donde más tiempo solía pasar la reina.
En la capilla de San Jorge, un lugar habitual de bautizos, bodas y funerales reales, se celebrará en la tarde del lunes un servicio religioso ante unos 800 invitados.
En los últimos años, esa capilla acogió el enlace entre el príncipe Harry y Meghan, en 2018, así como el funeral del príncipe Felipe, esposo de la reina, en abril de 2021.
