Jerusalén, Israel — 2 de Marzo (VoA) • La policía de Israel interrogaba el viernes en la mañana al primer ministro Benjamin Netanyahu y a su esposa dentro de la investigación de un caso de corrupción que salpica al gigante de las telecomunicaciones del país, empañando la próxima visita del dirigente a Washington.
Imágenes de televisión mostraron a investigadores de la policía entrando a la residencia de Netanyahu. La esposa del mandatario, Sara, está siendo interrogada en otro lugar, dijeron medios.
Dos confidentes de Netanyahu fueron detenidos la semana pasada por la sospecha de que promovieron regulación que reportó cientos de millones de dólares a la empresa de telecomunicaciones Bezeq. A cambio, el cibersitio de noticias del grupo, Walla, habría proporcionado una cobertura positiva a Netanyahu.
Esta es la primera vez que Netanyahu, que dirigió el departamento de comunicaciones hasta el año pasado, es cuestionado por el asunto, conocido como Case 4000.
Los acontecimientos del viernes se producen en vísperas de que el primer ministro visite Washington la próxima semana, donde está previsto que se reúna con el presidente Donald Trump y con AIPAC, un grupo de cabildeo proisraelí.
La policía recomendó imputar a Netanyahu por corrupción en otros dos casos.
Netanyahu está acusado de aceptar casi 300.000 dólares en lujosos regalos del magnate de Hollywood Arnon Milchan y del multimillonario australiano James Packer. Según las autoridades, el mandatario les habría correspondido operando en nombre de Milchan para cuestiones de visa en Estados Unidos, aprobó una rebaja fiscal y lo puso en contacto con un empresario indio.
En el otro caso, Netanyahu está acusado de favorecer a un editor de un periódico con legislación que debilitaría a su principal rival a cambio de una cobertura favorable. De acuerdo con las informaciones, el dirigente fue grabado pidiendo a Arnon Mozes, editor de Yediot Ahronot, un trato favorable a cambio de ayudarlo a debilitar a Israel Hayom, un diario contrario a Netanyahu que había recortado terreno a Yediot.
El primer ministro ha negado repetidamente las acusaciones en su contra, calificándolas de cacería de brujas orquestada por medios de comunicación hostiles.
