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Donald Trump se entregó en Georgia y salió en libertad bajo fianza

Donald Trump se convirtió oficialmente en el primer presidente de Estados Unidos con una ficha policial, luego de que se entregara este jueves a las autoridades del condado de Fulton, en Georgia, donde afronta hasta 13 cargos por su supuesto plan para anular los resultados electorales en ese estado.

El líder republicano, tal como estaba previsto, pagó una fianza de US$ 200,000 y quedó en libertad, luego de pasar apenas 20 minutos en la cárcel del condado.

A diferencia de los otros tres casos penales que enfrenta, Trump fue sometido a las diligencias de rutina para los acusados penales. Las autoridades le tomaron sus huellas dactilares, escanearon sus ojos para identificarlos biométricamente, apuntaron sus características físicas y le tomaron la foto policial (mugshot).

En el transcurso de la semana, otros implicados en el caso también se entregaron y pagaron sus respectivas fianzas para salir en libertad. Uno de ellos fue el ex fiscal y alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani. Los coacusados siguieron la misma rutina que el ex presidente.

El sheriff del distrito de Fulton había adelantado hace algunos días que se iban a realizar las prácticas normales en la prisión del condado. “No importa el estatus que tengas. Tendremos la foto policial preparada”, había advertido.

Por su parte, Donald Trump aseguró en una entrevista posterior que el hecho de que lo fotografiaran como a los demás acusados le había resultado “incómodo”.

Luego de abandonar Atlanta en su avión privado, Trump publicó su propia foto policial en la red social Truth Social y en X (antes conocida como Twitter). En ambas publicaciones, se leen las frases “interferencia electoral” y “nunca rendirse”.

En tanto, el comité “Save America” de Trump envió un correo electrónico de recaudación de fondos, publicitando la foto policial. En el mensaje también se comparte una nota personal del ex presidente.

“Hoy, en la cárcel notoriamente violenta del condado de Fulton, Georgia, fui ARRESTADO a pesar de no haber cometido NINGÚN CRIMEN”, se lee en el mensaje.

El aspirante a volver a ocupar la presidencia añade: “Lo que ha ocurrido es una parodia de justicia y una interferencia electoral. La izquierda quiere intimidarlos para que no voten por un outsider político que pone primero al pueblo estadounidense”.

En esa línea, expresó que no se rendirá en su “misión de salvar a Estados Unidos”, y finaliza el mensaje con una petición de contribución.

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