Manifestantes de diferentes países del mundo se identificaron con la causa de las protestas en Estados Unidos, envuelto en los últimos días en una ola de protestas, a veces violentas, en reacción a la muerte del afroestadounidense George Floyd.
Las protestas organizadas en distintos países exigen a sus propios gobiernos que aborden el racismo y la violencia policial.
Floyd, de 46 años, falleció después que un policía blanco, que lo tenía en custodia, lo inmovilizó sobre la calle y le colocó la rodilla sobre el cuello mientras él decía que no podía respirar. Este incidente ocurrió en Minneapolis y las protestas se extendieron por todo el país.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo en Bruselas a nombre del bloque de 27 naciones que la muerte de Floyd fue el resultado de un abuso de poder.
«Como la gente de Estados Unidos, estamos conmocionados y horrorizados por la muerte de George Floyd», dijo el diplomático.
Subrayó que los europeos «apoyan el derecho a la protesta pacífica, y también condenamos la violencia y el racismo de cualquier tipo, y con seguridad, pedimos una disminución de las tensiones», enfatizó.
Las protestas se extendieron por varias naciones de Europa. Miles salieron a la calle en Ámsterdam, Holanda, para denunciar la brutalidad policial, y los que se movilizaron en París instaron al gobierno de Francia a tomarse más en serio la violencia policial y mostraron carteles con frases como: “El racismo nos asfixia”.
También hubo multitudinarias marchas por el centro de Sydney el martes. Los manifestantes en la ciudad más grande de Australia coreaban: «No puedo respirar», la frase que se le escuchó decir a Floyd cuando estaba muriendo.
Algunas consignas similares a las desplegadas en Estados Unidos eran visibles en las protestas globales: «La vida de los negros importa».
En Australia, un legislador de origen indígena pidió al gobierno que la muerte de Floyd se convierta en una oportunidad para reducir las muertes de personas indígenas bajo custodia.
El líder de la oposición australiana, Anthony Albanese, respaldó el llamado: “Hay muchos australianos indígenas que están encarcelados hoy (…) esto es una tragedia y debe abordarse como una prioridad nacional absoluta».
También carteles en las marchas denunciaban: «La vida de los aborígenes importa», «El silencio blanco es violencia».
En Grecia, miembros de la organización juvenil del Partido Comunista Griego (KKE) se manifestaron el lunes en la embajada de Estados Unidos en Atenas portando pancartas.
Gobiernos de países africanos también reaccionaron.
«No puede ser correcto que, en el siglo XXI, Estados Unidos, este gran bastión de la democracia, continúe lidiando con el problema del racismo sistémico», dijo en un comunicado el presidente de Ghana, Nana Akufo-Addo, y agregó que los negros de todo el mundo están conmocionados y angustiados.
El líder opositor keniano y ex primer ministro, Raila Odinga, ofreció una oración por Estados Unidos: «Para que haya justicia y libertad para todos los seres humanos que llaman a Estados Unidos su país»,expresó.
En el fútbol
Los jugadores del Liverpool se arrodillaron alrededor del círculo central en el estadio Anfield el lunes en un gesto de condolencia por la muerte de George Floyd.
Los miembros del escuadrón publicaron una imagen del acto en sus cuentas de redes sociales con el título: «La unidad es la fuerza #BlackLivesMatter».
Cuatro jugadores tomaron una posición durante el fin de semana en la Bundesliga de Alemania y el lunes, el delantero del Manchester United e Inglaterra, Marcus Rashford, publicó un mensaje en Twitter, diciendo que «la gente está sufriendo y necesita respuestas».
Con información de AP.
