Inmigración

EE.UU. restringe la emisión de visados de trabajo hasta final de año

El gobierno del presidente Donald Trump emitió el lunes una orden ejecutiva que suspende la emisión de nuevas visas de trabajo y permisos de residencia, conocidos como green cards, hasta finales de año. 

El gobierno de Trump justifica la medida —que extiende un decreto firmado a mediados de abril que prohibía la emisión de nuevos permisos de residencia durante 60 días— argumentando que ayudará a crear nuevos puestos de trabajo en Estados Unidos, donde más de 40 millones de personas han quedado desempleadas en los últimos tres meses como consecuencia de la pandemia del coronavirus, según dijeron dos funcionarios de alto rango de la Casa Blanca. 

Bajo circunstancias ordinarias, los programas de trabajo temporal pueden beneficiar la economía, según el texto de la proclamación divulgado por la Casa Blanca. 

Sin embargo en la situación económica actual, “ciertos programas de visados de no inmigrante (…) suponen una amenaza para el empleo de trabajadores estadounidenses”, señala el texto. 

El decreto congela la emisión de las visas:

  • H-1B, para trabajadores de ocupaciones especiales.
  • H-4, para cónyuges e hijos de personas con visado H-1B.
  • H2B, para trabajadores estacionales no agricultores, con excepción de empleados en la industria alimentaria.
  • J, para personas que participan en programas de intercambio en EE.UU., con excepción de profesores. 
  • L, para trabajadores temporales que son transferidos dentro de su empresa.
Trump: «Acabo de firmar un decreto suspendiendo la inmigración»
El presidente confirmó la noticia que él mismo avanzó el martes. El decreto no impedirá a los trabajadores temporales acceder a territorio estadounidense.

    El decreto entrará en vigor el 24 de junio y aplica para extranjeros que se encuentren fuera de EE.UU, no tengan una visa de no inmigrante válida a partir del día 22 de junio y no tengan un documento de viaje oficial que no sea un visado, como por ejemplo un permiso de viaje. 

    Con las restricciones, el gobierno de EE.UU. espera salvaguardar algo más de medio millón de puestos de trabajo para ciudadanos estadounidenses, según especificaron los funcionarios. 

    “La suma total de lo que estas medidas harán en cuanto a liberar puestos de trabajo en lo que queda de 2020 es de 525.000 empleos (…). Trump está centrándose en que los estadounidenses vuelvan a trabajar lo más rápido posible”, subrayó uno de los funcionarios en la llamada

    Después de que Trump restringiera la inmigración al país en abril -y en medio de rumores que adelantaron la medida anunciada el lunes-, líderes empresariales expresaron su descontento, alegando que una acción que restrinja la entrada de trabajadores extranjeros sería contraproducente para la recuperación económica. 

    “Los negocios estadounidenses necesitan garantías de que pueden cumplir con las necesidades de su fuerza laboral. Para ello, es crucial que tengan acceso a talento nacional y de todo el mundo”, escribió el director de la Cámara de Comercio de EE.UU en una carta dirigida presidente.

    Las cuatro empresas más grandes del sector tecnológico (Amazon, Google, Facebook, Apple), que están entre las compañías que más trabajadores con visas H-1B emplan, también se mostraron en contra de las restricciones. 

    La asociación BSA Software Alliance, que representa a Microsoft, IBM y Adobe (entre otras empresas), dijo en un comunicado el lunes que estaba «decepcionada» por la medida. 

    «Estas limitaciones para acceder al talento extranjero van, en última instancia, a perjudicar a la economía estadounidense», escribió BSA. 

    El CEO de Google, Sundar Pichai dijo estar decepcionado por la orden ejecutiva. «La inmigración ha contribuido enormemente al éxito económico de Estados Unidos, convirtiéndola en un líder mundial en tecnología y también en Google, la compañía que es hoy. Decepcionado por la proclamación de hoy, continuaremos apoyándonos con los inmigrantes y trabajando para expandir las oportunidades para todos», escribió Pichai en Twitter.

    Incluso dentro del partido de Trump existe cierta oposición a imponer restricciones a los visados. Varios senadores republicanos, incluyendo al legislador por el estado de Carolina del Sur, Lindsey Graham, y al tejano John Cornyn, escribieron en mayo una carta pidiendo al presidente no suspender el programa H-2B. 

    Además de congelar los nuevos visados, la Casa Blanca también planea acabar con la lotería de H-1B, por la que un 40% de los solicitantes este visado son elegidos. Actualmente hay un límite de 85.000 visados de este tipo cada año.  En su lugar, el gobierno Trump planea conceder las visas a los solicitantes que tengan el salario más alto. 

    Voz de America

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