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Mafalda: 52 años de reflexiones y quejas para cambiar el mundo

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Argentina (NM) –   «¿Qué importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que a fin de cuentas la mejor edad es estar vivo», decía Mafalda en un día como este 29 de septiembre, cuando se cumplen 52 años del nacimiento de la niña más famosa de Argentina.

Mafalda de Quino

El 29 de septiembre de 1964 la revista Primera Plana comienza a publicar una nueva tira cómica de humor de la que no se sabía que en 2016 estaría celebrando su 52 aniversario, ya no solo en Argentina, sino en todo el mundo.

Esta niña «espejo de la clase media latinoamericana y de la juventud progresista» se muestra preocupada por la humanidad y la paz mundial, además de rebelarse contra el mundo legado por sus mayores.

Las historias del personaje más querido de Joaquín Lavado ‘Quino’, Mafalda, muy popular en Iberoamérica en general, así como en algunos países europeos como España, Francia, Grecia, e Italia, han sido traducidas a más de treinta idiomas.

El escritor y filósofo italiano Umberto Eco, que fue el encargado de introducir la primera edición italiana de Mafalda, dijo «amarla muchísimo» ya que consideraba muy importante leer la tira para entender a Argentina.

La misma niña que tanto reflexionó sobre el capitalismo, la economía y el orden mundial es fruto precisamente de la sociedad de consumo. La niña recibió el nombre de Mafalda por uno de los personajes de la novela ‘Dar la cara’, de David Viñas.

¿CÓMO NACE MAFALDA?

En 1962 Quino llevaba ya cerca de una década realizando humor gráfico cuando su amigo humorista y escritor Miguel Brascó, que ya había trabajado en algunas de las mismas revistas que él, fue contactado por ‘Agens Publicidad’ con el fin de crear una tira de historietas para promocionar la marca de electrodomésticos Mansfield, de la empresa Siam Di Tella.

Esta tira funcionaría como publicidad encubierta al aparecer en medios impresos. Fue entonces cuando Brascó sugirió realizar una historieta que combinara a ‘Peanuts con Blondie’ recordando que Quino quería dibujar una tira con chicos.

Las condiciones de la empresa fueron que en la historieta apareciesen algunos electrodomésticos y que los nombres de los personajes comenzaran con ‘M’. A partir de aquí, Quino dibujó varias tiras protagonizadas por una familia formada por un matrimonio de clase media con dos hijos, un niño y una niña.

Los rasgos del matrimonio son similares a los de los padres de Mafalda de la etapa posterior, mientras que el hijo no se asemeja a ninguno de los personajes clásicos de la tira cómica, y la niña, en cambio, sí es reconocible como Mafalda, aunque exhibe un diseño arcaico.

Estos serían los comienzos de una de las niñas más famosas en la historia del cómic, que hasta 1964 no nacería oficialmente gracias al director en aquella época de la revista Primera Plana, Julián Delgado, que acuerda con Quino comenzar a publicar en ese medio a Mafalda, ya desvinculada de propósitos publicitarios.

En sus comienzos, los personajes principales son Mafalda y sus padres, pero poco a poco van apareciendo otros entre los cuales destacan sus amigos: Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito y Libertad, además de su hermano Guille.

En cuanto al hogar de Mafalda, poco se sabía de él más allá de que vivió con su hermanito Guille y sus padres en el departamento E, en un edificio donde también vivía su amigo Felipe. Pero no todos fuera de Buenos Aires conocen la existencia de ese edificio, presente en el barrio porteño de San Telmo, muy cerca del donde vivía Quino.

CENSURA

Según ‘La Nación’, la siempre crítica Mafalda no sentó demasiado bien en algunos sectores, como en España, donde la censura franquista obligó a los editores a colocar una franja en la portada del primer libro de Mafalda con lo que se declaraba una obra «Para adultos». Además, se enfrentó a la censura en otros países como Brasil, Chile o Bolivia.

Era impensable que una niña con apariencia inofensiva, pero que con agudeza y simpleza criticaba a la guerra y los golpes militares en Argentina, lograra pasar por alto el estrecho filtro de la censura.

Fue justamente la apariencia inofensiva lo que permitió que las tiras de Mafalda no fueran censuradas por el régimen, recuerda el humorista gráfico del diario ‘Última Hora’, Mario Casartelli.

«La sutileza de Quino superó con creces la bestialidad de los militares y censores». «Los censores no pudieron tal vez comprender la ironía que caracterizaba a Quino. Ese fue uno de los mayores triunfos del dibujante», comentó el ilustrador.

Tanto Casartelli como el periodista Antonio Pecci apuntaron que el mensaje de Mafalda continúa vigente porque el mundo actual sigue con los mismos problemas de hace cinco décadas atrás: la pobreza, la hambruna, las guerras, las divisiones, el odio, el racismo y las abrumadoras diferencias sociales.

Los 52 años que ha cumplido esta tira cómica han pasado volando, pero no para Mafalda, quien gracias a la lucidez de su propio creador quedó resguardada del tiempo. No envejece, ni pasa de moda. Mafa

 

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