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60 años sin Carmen Miranda, la brasileña más universal

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Los tocados frutales, sus pegadizas melodías y la exageración de sus gestos hicieron de Carmen Miranda un icono mundial y la convirtieron en la artista brasileña más famosa de todos los tiempos, pero detrás del mito pervive la figura de Maria do Carmo Miranda da Cunha, una portuguesa asentada en Río de Janeiro que continúa siendo una desconocida para muchos, justo cuando se cumplen 60 años de su muerte.

Carmen Miranda
A los 60 años de su muerte, evocamos a la genial Carmen Miranda

 

La pequeña Maria do Carmo llegó a Río en 1910 con su familia procedente de Portugal cuando apenas tenía un año; se crió en el bohemio barrio de Lapa, que en aquella época estaba repleto de artistas, prostitutas y ‘malandros’; y el apodo de ‘Carmen’ se le quedó por la pasión que su tío Amaro tenía por la ópera.

La joven Carmen no tardó en contagiarse de ese ambiente artístico y empezó su carrera en los bares, cantando tangos de Gardel. En los años 20 grabó su primer disco, pero la canción que la lanzó al estrellato fue Taí, una composición de 1931 de Joubert de Carvalho que se convirtió en un himno carnavalesco.

A partir de ahí la carrera de Carmen Miranda despegó: en 1933 protagonizó su primer largometraje, ‘A Voz do Carnaval’ y en 1938 se transformó en el personaje por el que pasó a ser conocida el resto de su vida; en la película ‘Bananas da Terra’ interpretó por primera vez la célebre canción ‘O que é que a baiana tem?’ de Dorival Caymmi, creando una particular versión de mujer bahiana estilizada.

ESTRELLA EN HOLLYWOOD

Los pañuelos que las mujeres de Bahía llevan atados a la cabeza pronto empezaron a derivar en suntuosos alardes tropicales, sobre todo cuando dio el salto a Estados Unidos. El empresario norteamericano Lee Schubert la invitó a Broadway y enseguida cautivó al público y a la crítica con su exotismo, pero al tiempo que seducía a Estados Unidos, los brasileños la acusaban de haberse vendido a los intereses de Hollywood.

Todavía persiste la idea de que Miranda se plegó a los intereses de la industria, que fabricó en ella un producto tropical, lleno de estereotipos, para gustar a las masas. También está muy extendida la tesis de que la artista era un instrumento de la política del presidente Franklin Rossevelt de ‘Buena vecindad’ con Latinoamérica.

Sin embargo, el periodista Ruy Castro, autor de la más completa biografía de la artista, rebate en parte esas críticas y resalta que lo que pasó con Miranda fue una «exacerbación del personaje», pero de la misma forma que lo sufrió Humphrey Bogart, por ejemplo, que se vio encasillado en el papel de galán toda su vida; el público ya sabía lo que iba a ver al cine.

Además, Castro remarca que si bien Miranda perdió algunas batallas, «ganó otras», como el hecho de poder expresarse en portugués en las películas de los poderosos estudios estadounidenses, y a fin de cuentas ella se convirtió en la puerta de entrada a la cultura brasileña y latinoamericana para todo el mundo anglosajón.

Otra de las leyendas que rodea la vida de Carmen Miranda es el sonoro abucheo que recibió en el casino de Urca, en Río de Janeiro, en una de sus primeras actuaciones en Brasil después de triunfar en Estados Unidos.

En su biografía, Castro desmiente esa reacción del público, aunque admite que la respuesta fue «gélida», pero porque la mayoría de los asistentes eran funcionarios del Gobierno de Getúlio Vargas, más afines al fascismo y al nazismo que a los guiños del ‘amigo americano’.

UNA MUERTE PREMATURA

«¿Cómo les iba a parecer graciosa Carmen diciendo ‘good night people’ y cantando ‘South American Way’?», resalta Castro, que recuerda que dos meses después volvió al mismo escenario, con una platea más amable, y fue largamente aplaudida. Como respuesta a las críticas que le hacían en la época cantó ‘Disseram que eu voltei americanizada’ (‘Dijeron que volví americanizada’), compuesta especialmente para ella por Vicente Paiva y Luiz Peixoto.

Su vida, como la de tantos otros artistas, acabó de forma prematura: murió de un paro cardiaco a los 46 años, el 5 de agosto de 1955 en Los Ángeles, después de meses de decadencia por su adicción a los barbitúricos y al alcohol. Cuando el féretro llegó a Río de Janeiro más de medio millón de personas acompañaron el cortejo fúnebre hasta el cementerio de São João Batista, donde está enterrada.

Años más tarde el Gobierno del Estado de Río creó el Museo Carmen Miranda, que reunía objetos personales y sus vestidos más emblemáticos. El centro fue desmantelado el año pasado porque todo el archivo de la artista formará parte del futuro Museo de la Imagen y del Sonido que se está construyendo en la playa de Copacabana.

Directorio: Museos Carnavales Muerte Portugal

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