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La sonda Venus Express, un mes ‘surfeando’ a 130 kilómetros sobre la Tierra

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La sonda Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha permanecido un mes ‘surfeando’ a entre 131 y 135 kilómetros sobre la superficie del planeta.

El motivo no es que se haya apuntado a esta práctica tan veraniega, sino que las operaciones científicas rutinarias de la misión concluyeron el pasado 15 de mayo, y a partir de ese momento se permitió que la órbita del satélite fuese decayendo lentamente de forma natural, bajo el efecto de la gravedad de Venus.

Y es que, tras ocho años de misión y con poco combustible en sus tanques, la última tarea de Venus Express ha consistido en una atrevida campaña de aerofrenado durante la que en cada órbita penetraba un poco más en la atmósfera del planeta.

Desde su llegada a Venus en el año 2006, la sonda europea ha estado realizando observaciones científicas desde una órbita elíptica con un periodo de 24 horas, que la llevaba desde una altitud de 66.000 kilómetros sobre el polo sur –obteniendo una magnífica vista de todo el planeta– hasta unos 250 kilómetros sobre el polo norte, apenas rozando el límite superior de la atmósfera venusiana.

A finales de la semana pasada se ayudó de una serie de cortos encendidos de sus motores para descender todavía más, alcanzando una cota de apenas 129,1 kilómetros.

Ahora, y tras pasar un mes entrando y saliendo de la atmósfera de Venus, descendiendo hasta apenas 130 kilómetros sobre la superficie del planeta, la sonda Venus Express de la ESA acaba de comenzar una escalada de 15 días para regresar a los 460 kilómetros de altitud.

«Hemos explorado una región desconocida, penetrando más que nunca en la atmósfera de Venus», explica Hakan Svedhem, científico del proyecto Venus Express para la ESA.

«Esta experiencia nos ha permitido determinar los efectos de la resistencia atmosférica sobre el satélite, y estudiar cómo varía la densidad de la atmósfera a pequeña y a gran escala».

De hecho, la resistencia ejercida por una mayor densidad atmosférica en las cotas más bajas redujo el periodo orbital del satélite en más de una hora.

DICIEMBRE, FIN DE LA MISIÓN

Las fluctuaciones de la densidad atmosférica a lo largo de la trayectoria de Venus Express provocaron pequeños cambios en la aceleración del satélite que se pudieron registrar desde tierra, poniendo de manifiesto la diferencia entre la cara iluminada y la cara nocturna del planeta.

Las fuerzas experimentadas por el satélite indican una diferencia de tres órdenes de magnitud entre la densidad atmosférica a los 165 km y a los 130 kilómetros de altitud, lo que supuso un esfuerzo considerable para la estructura de la sonda, informa la web de la NASA.

El equipo de Venus Express monitorizó el rápido calentamiento que experimentaba el satélite cada vez que pasaba rozando las capas superiores de la atmósfera a una velocidad de 36.000 kilómetros por hora.

«Durante varios de los pases, de unos 100 segundos de duración, los sensores de temperatura de los paneles solares mostraban un incremento de más de 100°C», explica Adam Williams, responsable de las operaciones del satélite Venus Express para la ESA.

«El análisis de la respuesta de Venus Express a un calentamiento tan brusco será muy útil para diseñar los sistemas y los subsistemas de futuros satélites», añade.

Ahora el satélite comenzará una serie de 15 maniobras para elevar la parte más baja de su órbita hasta los 460 kilómetros. Esta fase comenzó el pasado fin de semana y debería concluir antes del 26 de julio.

En cuanto Venus Express alcance su nueva configuración orbital se le dejará decaer de nuevo de forma natural, hasta que se hunda en la atmósfera en diciembre, poniendo fin a su misión.

No obstante, puede que se le acabe el combustible antes de completar todas las maniobras necesarias para elevar su órbita. Si esto ocurriese, ya no sería posible comunicarse con el satélite y su órbita empezaría a decaer inmediatamente.

«Hemos adquirido una experiencia muy valiosa controlando a un satélite en estas condiciones tan exigentes, lo que será de gran utilidad para futuras misiones. En cuanto hayamos terminado de elevar la órbita de Venus Express comenzaremos a procesar y analizar los datos científicos recogidos en la atmósfera de Venus», concluye Patrick Martin, responsable de la misión Venus Express para la ESA.

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