Recuento de malas decisiones, por Boris González Ceja
Este año vi personas que no se cansaron de “regarla”, con adicciones marcadas, depresión, perdida de trabajo, desintegración familiar, pero que a pesar de todo eso, no están dispuestos a acudir a recibir atención psicológica, afirman que ellos están bien.
El carácter y la personalidad es decisivo en la toma de decisiones, considerando las historias de muchos adultos que se parecen aunque no se conozcan, por lo que podemos sacar algunas conclusiones sobre las malas decisiones y cómo evitarlas.
Las decisiones son actos humanos que se requieren para resolver acontecimientos importantes, y por su naturaleza requieren ser autónomos, conscientes, responsables y éticos.
Tenemos decisiones fundamentales que tomar como si tener o no hijos, qué estudiar o a qué nos vamos a dedicar, con quien vivir, saber el tipo de amistades con las que vamos a convivir, dejar un trabajo o consumir sustancias. Muchas veces se toman las decisiones “al ahí se va”, de manera desinteresada y sin considerar las consecuencias para la persona y para su familia.
En la vida tenemos pocas cosas importantes en las que podemos decidir, ya que muchas cosas nos son dadas con ciertas condiciones, tales como la raza, el sexo, la nacionalidad, para muchos hasta la clase social: sin embargo, cuando se trata de decidir, muchas personas no se cansan de tomar malas decisiones.
He visto cómo algunas personas toman decisiones de manera amateur sin que nadie los haya enseñado, pero para otras personas les cuesta la vida llegar a tomar decisiones acertadas, se congelan cuando lo tienen que hacer y sufren las consecuencias de su falta de orientación psicológica, por lo que agradecen lo que les decimos como psicólogos.
En general tomar decisiones es algo para lo cual algunas personas nos preparamos de manera profesional, y también ayudamos a otros para que aprendan a ser lideres y sepan tomar decisiones, que entiendo como tomar una opción y asumir sus consecuencias, donde muchas veces se piensa que solo hay una opción, y casi siempre no es así, sino que hay de más sopas.
El problema de las malas decisiones son las consecuencias, que son hechos o acontecimientos producidos por una decisión anterior, por lo que podemos pensar que las consecuencias están íntimamente ligadas a las decisiones, y todas las decisiones siempre tienen una consecuencia.
Para poder tomar mejores decisiones, es importante reconocer los escenarios posibles, que es un juego de posibilidades que construimos para tomar una decisión adecuada, y aquí es donde algunas personas son expertas: no se cansan de que les vaya bien, y es porque tienen disciplina, información y carácter.
Lograr decisiones positivas requiere que las personas cuenten también con metas alcanzables, es decir, tener metas factibles en tiempo y recursos, con metas a corto, mediano y largo plazo.
Tener un proyecto de vida es el marco lógico con el cual se toman buenas decisiones, de hecho muchos de los casos de jóvenes con conductas antisociales y adultos delincuentes, nunca han escuchado hablar de lo que es un proyecto de vida.
Las metas factibles se refieren a la posibilidad de lograr un planteamiento de acuerdo con la disponibilidad de recursos, tiempo y opciones que tenemos en el contexto dado, por lo que tomar decisiones se vuelve un acto complejo, que requiere preparación y formación práctica.
Hay decisiones que son relevantes y otras no, tales como ir a jugar futbol, mientras que unas implican un nivel de análisis considerable y otras requieren ser automáticas, como manejar un automóvil y girar.
El impacto negativo de las malas decisiones se puede ver en ámbitos individuales, pero también a nivel social, con las mismas personas de siempre manejando las políticas públicas con sus mafias e intereses, en detrimento de las decisiones de los ciudadanos.
Los pensamientos y las emociones son fundamentales cuando tomamos una decisión, por lo que la próxima vez que tomes una decisión, es importante considerar la información con la que cuentas y si lo haces por enojo, por miedo o por asco.
Lograr un equilibrio que beneficie a todas y a todos por las decisiones es complejo, y requiere de análisis exhaustivos de la realidad que nos permitan que los narcos no sigan gobernando las calles, y que el alcoholismo y las adicciones dejen de ser nuestra principal preocupación.
Causas y azares…
El próximo año vamos a abrir una escuela de talentos y liderazgos, lo que habla de nuestro compromiso con las y los jóvenes para que aprendan a decidir de manera profesional.
Es increíble cómo hay políticos sin vergüenza, y a pesar de no hacer nada en su carrera política siguen figurando por sus componendas de tribus, aunque lo nieguen.
Hasta la próxima, que el tiempo se bifurca perpetuamente hacia innumerables futuros.
