Aumenta demanda por mochilas antibalas tras masacre en Uvalde
A pesar de su elevado precio, la demanda por mochilas antibalas para niños está registrando un notorio aumento en Estados Unidos. Esto ocurre luego de la masacre en una escuela primaria en Uvalde, Texas, en la que 19 niños y dos maestros fueron asesinados.
Según informes, los padres de familia están pagando montos que llegan hasta los US$ 400 por las mochilas blindadas.
En el caso de la compañía Leatherback Gear, el CEO Mike De Geus aseguró que ha notado un aumento de hasta 800% en las ventas de sus mochilas blindadas desde el tiroteo en Uvalde.
De Geus, quien es un ex agente del Servicio Secreto que trabajó para Donald Trump, Barack Obama, George Bush y Bill Clinton, dijo que sus mochilas ofrecen la misma protección antibalas que tenían cuando eran utilizadas por los ex presidentes.
El portal TMZ detalló que el modelo de mochila más vendido es la Sport One Jr. Este bolso se separa en dos piezas y crea un chaleco antibalas al instante, ofreciendo protección al usuario en la parte delantera y en la espalda. El precio de este protector es de 249.99 dólares.
“Así como educamos y preparamos a nuestros hijos en la escuela sobre qué hacer en caso de incendio, ahora debemos hacer lo mismo con un tirador activo. Tenemos extintores para incendios, ahora mochilas antibalas. Lo que sea necesario para ayudar a mantener a nuestros niños a salvo de la amenaza actual vale la pena, ya que estos niños son nuestro futuro”, se lee en una reciente publicación de Leatherback Gear.
Esta no es la única compañía que ha experimentado un importante aumento en la demanda. TMZ mencionó también el caso de una empresa llamada Tuffypacks, que comercializa inserciones de blindaje que pueden ir dentro de cualquier mochila. Sus ventas aumentaron 300%, según indicó el propietario Steve Naremore.
Otro caso a destacar es el de la empresa Dog Security. Según su presidente, Yasir Sheik, tanto consumidores como socios minoristas están solicitando sus bolsas antibalas. El ejecutivo dijo a TMZ que parte de las ganancias están siendo destinadas a Make Our School Safe, organización fundada por los padres de un estudiante asesinado en el tiroteo de Parkland en 2018, en Florida.
Pese al creciente entusiasmo por estos productos, las mochilas tienen también sus detractores. La crítica es que no ofrecerían un grado de protección real, ya que los niños no las llevan puestas durante la clase, y los artículos solo pueden cubrir parcialmente el cuerpo del usuario.
“Es como poner una curita en una herida, esperando que cure un síntoma pero ignorando la raíz del problema”, señaló una ex profesora consultada por el New York Post.
“Me parece que estamos reaccionando de adentro hacia afuera en lugar de que sea el sistema el que tenga el control para que no se afecte el sistema educativo, los niños y toda la población”, cuestionó.
