Javier Milei asume la presidencia de Argentina prometiendo acabar con la crisis económica
Javier Milei asumió este domingo la presidencia de Argentina. El liberal libertario, de 53 años, se comprometió a sacar al país de la severa crisis económica que atraviesa, aunque para ello deberá aplicar medidas radicales que incluyen un ‘shock’ que, inicialmente, tendría un impacto negativo sobre el empleo, los salarios y la tasa de pobreza.
El nuevo presidente, quien recibió la banda presidencial de manos del saliente mandatario, Alberto Fernández, pronunció su primer discurso oficial ante miles de simpatizantes desde las escaleras del Parlamento, y no desde el interior del Congreso como se acostumbra.
Milei juramentó en la Cámara de Diputados junto a la abogada Victoria Villarruel, quien asumió como vicepresidenta en reemplazo de Cristina Fernández de Kirchner.
Durante su discurso inaugural, Milei recalcó que Argentina vive una “situación de emergencia”, y que “ningún gobierno ha recibido una herencia peor” de la que está recibiendo el suyo.
En ese sentido, aseguró que él y su equipo tomarán las medidas necesarias para “arreglar cien años de despilfarros de la clase política”. Añadió que el Estado velará por los derechos de los ciudadanos, y “el que las hace, las paga”.
No obstante, dijo que no tiene intención de perseguir a ningún político, e invitó a todo aquel que desee formar parte de su proyecto de nación.
En el plano económico, Milei dijo, como en otras ocasiones, que aplicará un duro ajuste que generará una “estanflación” durante algunos meses. Sin embargo, aseguró que este será el “último mal trago” antes de la “reconstrucción” de Argentina.
“Lamentablemente tengo que decirlo de nuevo. No hay plata. La conclusión es que no hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al ‘shock’”, dijo ante miles de personas que fueron a presenciar el acto a las afueras de la sede del Parlamento argentino.
Milei dijo que el plan que tiene en mente tendrá un impacto negativo sobre el nivel de actividad, el empleo, el valor de los salarios y la tasa de pobreza e indigencia. Sin embargo, acotó que esa situación no será muy distinta a lo que ha ocurrido en los últimos dos años.
Recordó que el kirchnerismo abandona la administración del país dejando un déficit financiero y fiscal equivalente al 17% del PBI, con la inflación creciendo a una tasa anual del 300%, la actividad económica paralizada, una tasa de pobreza del 45% y un índice de indigencia que se aproxima al 10%.
Según indicó, aplicará un ajuste fiscal del 5% del PBI, y prometió que esa carga caerá “casi totalmente” sobre el Estado y no sobre el sector privado.
También dijo que hará una limpieza de los pasivos del Banco Central y detendrá la emisión monetaria, que a su criterio es la causa de la inflación en Argentina.
Luego de pronunciar su discurso, Milei se dirigió a la Casa Rosada, sede de la presidencia, donde recibió a los dignatarios extranjeros que acudieron a la ceremonia.
