Conflicto en Sudán: Irrumpen en casas de trabajadores de Naciones Unidas
El conflicto entre las fuerzas armadas de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) ha provocado una escalada de violencia que ha dejado al menos 270 muertos hasta el momento. En medio de disparos y bombardeos en la capital Jartum, se reportó que hombres armados irrumpieron en las casas de trabajadores de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.
Los informes coinciden con un alto al fuego acordado por las dos partes por “razones humanitarias”, a fin de facilitar el traslado de los civiles y la evacuación de los cientos de heridos que ha dejado el conflicto hasta el momento.
Los combates entre el ejército y los paramilitares en Jartum comenzaron hace cuatro días. Los puntos álgidos de conflicto se encuentran cerca del mando del ejército, del palacio presidencial y de dos bases de las RSF al norte y oeste de la capital, según CNN.
Mientras tanto, gran cantidad de residentes se encuentran atrapados en varios puntos de Sudán. De acuerdo a la organización sin fines de lucro Médicos Sin Fronteras, en las últimas 48 horas fallecieron 11 personas en la región occidental de Darfur del Norte, mientras que varias decenas resultaron heridas, incluyendo a varios menores de edad.
Miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicaron que unas 270 personas han fallecido y más de 2,600 se encuentran heridas como consecuencia de los disturbios, de acuerdo a lo reportado por el Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad de Sudán.
Según documentos internos de la ONU, grupos armados irrumpieron en casas de trabajadores de la ONU y de otras entidades internacionales en el centro de Jartum.
La información, difundida por CNN, señala que los hombres armados, quienes pertenecerían los paramilitares de las RSF, agredieron sexualmente a mujeres y se llevaron pertenencias, incluidos automóviles.
“En Jartum, personal uniformado armado, al parecer de las RSF, está entrando en las residencias de expatriados, separando a hombres y mujeres y llevándoselos”, dice el informe, que da cuenta de un incidente de violación.
Los paramilitares aseguraron que esa información es falsa, indicando en un comunicado que “nunca agredirán a ningún funcionario o empleado de la ONU”, ya que “son muy conscientes de respetar el derecho internacional.
En su comunicado, las RSF culparon a los dirigidos por el líder militar sudanés Abdel Fattah al-Burhan por los hechos denunciados por la ONU.
“Esa es la nueva forma desesperada de luchas del ejército de Burhan. Suministran a su gente ropa de uniforme de las RSF para que puedan cometer crímenes contra civiles y embajadas y otros grupos, incluida la ONU, de modo que la imagen y la perspectiva de las RSF puedan resultar dañadas para todos, internacionales y locales”, señala el comunicado.
Por su parte, las Fuerzas Armadas sudanesas negaron estar involucradas en las violaciones. En ese sentido, se remitieron a una declaración acerca de crímenes contra la humanidad presuntamente cometidos por las RSF.
