Cancún, México — 21 de Junio (Enviado Especial) • El Canciller de Guatemala, Carlos Raúl Morales, estimó en en el cierre de la Asamblea General de la OEA que no habrá un documento de pronunciamiento sobre la Crisis en Venezuela.
En la última jornada de la Asamblea General de la OEA celebrada en Cancún, México, Morales estimó que el diálogo tomara tiempo y no debe ser forzado, añadiendo su preocupación sobre la situación de Derechos Humanos vivido en el país latinoamericano.
«Tenemos que evitar que esto se agrave, » sentenció Morales.
Última Jornada
La Asamblea General 47 de la Organización de Estados Americanos cerro en miércoles, sin un acuerdo unilateral sobre la situación en Venezuela.
Entre los temas más debatidos de la jornada, la Asamblea General habló sobre la condición de Derechos Humanos, el proceso democrático y la seguridad en Venezuela.
La cuadragésima séptima Asamblea General de la Organización de Estados Americanos concluye el miércoles, sin que se haya logrado acuerdo sobre la crisis en Venezuela.
Primera Sesión Plenaria
Los gobiernos Americanos criticaron la condición política socialista en Venezuela y hablaron ampliamente de formas en como los países miembros pudieran afectar un cambio a la crisis política que vive Venezuela. La crisis ha afectado relaciones económicas y políticas con otros estados miembros.
La Ministra de Relaciones Exteriores, Delcy Rodríguez ha calificado a aquellos que han criticado la crisis como «Perros Falderos del imperialismo».
12 miembros de la OEA, incluyendo Estados Unidos, y Brasil han firmado una carta denunciando a Venezuela de violar los derechos humanos de su pueblo y socavar el derecho constitucional y democrático.
“Considerando la interrupción del proceso democrático en la República Bolivariana de Venezuela, creemos que debe haber una solución negociada que incluya a todas las partes venezolanas para beneficio del pueblo de esa nación”, indica la carta publicada por la Asamblea General de la OEA en Cancún, México.
En el documento, se pide la liberación de prisioneros políticos, respeto por los derechos humanos, y un cronograma para elecciones libres y democráticas, un canal «humanitario» para el flujo de alimentos y medicinas, y la creación de un mecanismo orgánico para ayudar en efectuar un «dialogo entre venezolanos».
Las 12 naciones autoras de la misiva, añadieron una petición al Presidente Nicolas Maduro de abandonar una votación prevista para el fin de junio para redactar una nueva constitución. Un movimiento político cuyos criticos describen como un complot de aferrarse al poder.
Delcy Rodriguez, respondió con duras criticas hacia México, citando antecedentes históricos como la pobreza, la violencia y la inmigración a otros países.
Rodriguez defendió la asamblea constituyente en su país como la única manera de superar la crisis actual pacíficamente.
“¿Quieren la guerra. Eso es lo que quieren para Venezuela? dijo Rodríguez, quien acusó al secretario general de la OEA, Luis Almagro, de intentar causar una guerra civil entre Venezolanos.
El subsecretario de Estado de los Estados Unidos, John J. Sullivan apoyó la iniciativa de adoptar una resolución, aunque modesta «para facilitar una solución de la crisis…». Parte del plan incluye un plan impulsado por México de crear un grupo de contacto que acompañe el dialogo.
Rodriguez defendió con argumentos de que «no había un crisis humanitaria, ni presos políticos» a los cual respondió Sullivan con tres simples palabras: «Distracciones, distorsiones, e irrelevancias». Lo que sucede en Venezuela es aparente para todos, dijo Sullivan y alentó a sus colegas de la OEA en desafiar en ese momento y demostrar la relevancia de la organización.
«Esto no es intervenir en Venezuela, es tomar un paso modesto que ha sido propuesto bajo el liderazgo del Ministro de RR.EE. de México, dar un paso modesto para formar un grupo que facilitaría una resolución del serio problema que todos reconocemos que hay en Venezuela. Si no podemos darlo, limitaremos seriamente nuestra capacidad en el futuro para seguir adelante colectivamente como una organización», señaló el diplomático estadounidense.
Un grupo de 20 países de la OEA liderado por México y en el que se cuentan Estados Unidos, Canadá y Brasil, tres de las naciones más poderosas del hemisferio, negocia un proyecto de resolución sobre la crisis de Venezuela para aprobarlo en la Asamblea General, tras no lograr acuerdo ayer en una reunión de cancilleres.
