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Washington se prepara para el testimonio de Comey

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Washington D.C. – 08 de Junio (VoA) • ¿Intentó el presidente Donald Trump obstruir la justicia o simplemente actuó inapropiadamente ignorando el decoro y las tradiciones más básicas en su relación con el director del FBI? Esas son las interrogantes que los legisladores esperan dilucidar cuando el exdirector de esa agencia, James Comey, testifique este jueves ante la Comisión de Inteligencia del Senado.

En la esperada audiencia, Comey relatará una serie de conversaciones con el presidente que, según él, le hicieron sentir incómodo y preocupado sobre cómo Trump pareció ignorar la separación que debe existir entre la Casa Blanca y la orgullosa independencia de la agencia investigadora.

En su declaración escrita de siete páginas publicada el miércoles por la Comisión, que leerá al inicio de la sesión, Comey ofrece impactantes detalles y descripción de las cinco conversaciones separadas que tuvo con Trump, en las que incluye fuertes sugerencias de que el presidente trató de influenciar las investigaciones del FBI.

El destituido director dirá que Trump le pidió lealtad durante esas conversaciones relacionadas con el manejo de las investigaciones de la agencia a funcionarios actuales y pasados del gobierno, incluido el presidente.

«El presidente dijo, ‘necesito lealtad, espero lealtad'», escribe Comey recordando una de las reuniones en la Casa Blanca. «No me moví, hablé o cambié la expresión de mi rostro de ninguna manera durante el incómodo silencio que siguió. Simplemente nos quedamos mirándonos en silencio».

También dirá que pensó que el presidente estaba tratando de crear una «relación patronal» con él y describirá en detalle la reunión clave en la Oficina Oval de la Casa Blanca del 14 de febrero, en la que Trump le urgió no investigar los contactos de su destituido asesor de seguridad nacional, Michael Flynn, con agentes rusos.

«Espero que pueda encontrar la manera de abandonar esto, de dejar de lado lo de Flynn», dice Comey citando a Trump. «Él es un buen tipo. Espero que pueda abandonar esto», agregó el presidente, según la declaración de Comey.

Confirmación de lo dicho por Trump

Pero el exdirector del FBI también validará las afirmaciones del presidente de que él no estaba siendo personalmente investigado por la posible confabulación entre Rusia y su campaña para influir las elecciones de 2016.

Comey confirmará que en tres ocasiones, tal como dijo Trump, le aseguró que no era investigado, pero aduce haberse resistido a decirlo públicamente.

«El FBI y el Departamento de Justicia han sido reticentes a hacer declaraciones públicas de que no tenemos un caso abierto contra el presidente Trump por una serie de razones, la más importante porque crearía la obligación de rectificar si es que eso cambia», dirá ante los senadores.

Marc Kasowitz el abogado privado del presidente, dijo que Trump está complacido de que Comey finalmente ha confirmado que el presidente no está siendo investigado en una de las averiguaciones sobre Rusia.

«El presidente se siente completa y totalmente reinvindicado. Está ansioso de continuar con su agenda», dijo Kasowitz.

La destitución de Comey

Trump despidió a Comey el mes pasado. La Casa Blanca al principio emitió un comunicado diciendo que la destitución fue hecha basada en la recomendación del subsecretario de Justicia, Rod Rosenstein, quien había escrito un memorando criticando la forma como Comey manejó la investigación de los correos electrónicos de la ex candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

Posteriormente Trump contradijo esa afirmación, diciendo a un periodista que «había estado pensando en ‘esa cosa de Rusia'» cuando despidió a Comey.

El mes pasado, durante una conferencia de prensa conjunta con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, Trump negó enfáticamente haber presionado a Comey para que cerrara o se retirara de la investigación de Flynn. «No, no. La siguiente pregunta», respondió el mandatario estadounidense a un reportero.

En la misma conferencia de prensa, Trump rechazó las presunciones de que funcionarios de su gobierno habían colaborado con Rusia para influenciar la elección presidencial.

«Todo esto ha sido una cacería de brujas», dijo Trump. «Y no ha habido colaboración entre, ciertamente yo o mi campaña (y Rusia)», agregó.

Expertos presidenciales dicen que, si se confirma la versión de Comey de los eventos, eso representaría un reto significativo a las tradicionales barreras que existen para preservar la independencia de las instituciones policiales de Estados Unidos.

Reacción encontrada

El testimonio de Comey generó fuertes reacciones de los demócratas en el Congreso.

Adam Schiff, el demócrata de mayor rango en la Comisión de Inteligencia, calificó las alegaciones como «preocupantes».

En un comunicado, Schiff dijo que la interacción del presidente con Comey, «representa otro esfuerzo inapropiado para forzar a las agencias de inteligencia a actuar como los relacionistas públicos de la Casa Blanca y socavar la independencia e integridad de la comunidad de inteligencia».

La reacción republicana fue inicialmente despreocupada. En un tuit, el Comité Nacional Republicano sugirió que el testimonio de Comey era inconsecuente.

El debate que se viene

Comey no ha dado declaraciones públicas desde que fue destituido abruptamente el 9 de mayo. Su destitución, cuando cumplía el cuarto año de un período de 10 años para el que fue nombrado, avivó la percepción de que Trump buscaba detener la investigación sobre la interferencia rusa y obstruir la justicia, un potencial delito o una posible razón para ser enjuiciado políticamente.

Algunos expertos dicen que el testimonio de Comey podría reforzar esa posibilidad. Ryan Goodman, un profesor de la Escuela de Leyes de la Universidad de Nueva York dice que los esfuerzos de Trump para proteger a Flynn son «fuerte evidencia» de obstrucción de la justicia.

Pero Jonathan Turley, profesor de leyes de la George Washington University, dice que aunque las conversaciones de Trump con Comey fueron inapropiadas, «no procesamos a nadie por ser groseros o despistados».

Los aliados de Trump apuntan a la falta de credibilidad de Comey, haciendo notar que el FBI tuvo que corregir algunas de sus declaraciones tras su última presentación en el Capitolio. También cuestionan el porqué Comey no manifestó públicamente antes sus preocupaciones o por qué no renunció.

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