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Brasilia, Brazil, 8 de Ene. (VOA/DD) • Después de un tercer motín carcelario, el gobierno federal de Brasil dio a conocer esta semana su intención de alocar recursos del estado con el fin de mejorar las condiciones en las prisiones locales bajo un nuevo plan federal de Seguridad.
La decisión viene después de que un nuevo motín se desatará en una prisión de Brasil que dejó al menos cuatro reclusos muertos en el norte del país el pasado domingo.
De acuerdo con el Secretariado de la Administración Penitenciaria del Estado de Amazonas, tres reclusos fueron decapitados y uno más asfixiado en la cárcel pública Desembargador Raimundo Vidal Pessoa.
La prisión, que permanecía cerrado desde octubre debido a sus malas condiciones, fue reabierta esta semana luego del motín de Año Nuevo en el Complejo Penitenciario Anisio Jobim, en el mismo estado, que dejó al menos 56 muertos.
El asesinato de decenas de reclusos en tres cárceles brasileñas, llevó a expertos forenses a determinar que la mitad de los muertos fueron decapitados y varios otros también fueron desmembrados en el peor derramamiento de sangre recordado en las prisiones de América del Sur.
Casi 300 prisioneros fueron transferidos de Anisio Jobim a Raimundo Vidal Pessoa, y las autoridades estatales dijeron inicialmente que podrían permanecer ahí durante tres meses.
Este último motín carcelario llega solo unos días después del levantamiento en Anisio Jobim y otro en el vecino estado de Roraima, en el que fueron asesinados 33 internos.
El presidente de Brasil, Michel Temer, su jefe de gabinete, Eliseu Padilha, y el ministro de Justicia, Alexandre de Moraes, asistieron a una reunión con el Consejo de Seguridad Institucional del Gobierno Federal sobre los mortales disturbios carcelarios.
El gobierno federal dijo esta semana que pondrá recursos disponibles a disposición de los los estados con el fin de que mejoren las condiciones en las prisiones locales bajo el nuevo Plan Federal de Seguridad.
Funcionarios federales y estatales creen que los motines en el estado del Amazonas fueron causados por disputas territoriales entre bandas rivales. Los sucesos en Roraima siguen siendo investigados.
