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Fentanilo, así es la droga que mató a Prince y se extiende de México hacia EEUU

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México (NM) –   La muerte de Prince, uno de los artistas más aclamados de las últimas décadas, conmocionó al mundo musical. Con 57 años, el artista ponía fin a una exitosa y laureada trayectoria a causa de una sustancia que tiene en vilo a las autoridades mexicanas y estadounidenses: el fentanilo.

Fentanilo

Utilizada originariamente para tratar los dolores asociados al cáncer y otras enfermedades, los cárteles mexicanos han visto en este opiáceo una gran oportunidad para ampliar sus negocios con narcóticos, sobre todo, en uno de los mercados más lucrativos del mundo para el narcotráfico: Estados Unidos.

En el país norteamericano, la demanda de los derivados del opio está en alza y es ahí donde los narcotraficantes han visto un importante nicho de mercado, pues el beneficio que aporta el fentanilo es mucho mayor que el de otras drogas como la heroína.

A pesar de que para conseguir fentanilo es necesario disponer de una receta médica, su uso ilícito está aumentando de forma drástica, alcanzando niveles que no se veían desde 2006. Su potencia y su nivel de adicción y de beneficios explican este auge.

EL (BUEN) NEGOCIO Y LAS (TERRIBLES) CONSECUENCIAS  

De acuerdo a la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA por sus siglas en inglés), este opiáceo es 50 veces más potente que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina. Por ello, cientos de estadounidenses han perdido la vida en los últimos años. «Creo que el público no se da cuenta realmente del alcance del problema», llegó a decir el presidente norteamericano, Barack Obama, en una cumbre contra las drogas celebrada el pasado marzo, de acuerdo a ‘BBC Mundo’.

Los ingresos que perciben los narcotraficantes son, por otra parte, abismales. De acuerdo al ‘NY Times’, la DEA estima que, por ejemplo, un kilo de heroína comprado en Colombia por unos 6.000 dólares se puede vender al por mayor por unos 80.000.

Un kilo de fentanilo comprado en China por menos de 5.000 se puede procesar, mezclándolo con talco o cafeína, llegando a obtener entre 16 y 24 kilos. Cada uno de ellos, en las calles, alcanza un valor de 1,6 millones de dólares. Al por mayor, unos 80.000 dólares el kilo.

«Los cárteles son actores económicos racionales que actúan en función de la demanda», explica el profesor del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE), Javier Romero Vadillo. Para el administrador adjunto de la DEA, Jack Riley, «son unos genios del mercado que lo vieron venir».

De acuerdo a un informe elaborado por la DEA, desde finales de 2013 a finales de 2014, solo en Estados Unidos han muerto más de 700 personas a causa del fentanilo. Años antes, entre 2005 y 2007, más de 1.000 muertes fueron atribuidas a este letal fármaco.

Sin embargo, el director del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI), Inocente Fermín Hernández, asegura que en México, hasta el momento, no se ha registrado ninguna muerte, entre otras cosas porque «México es más proveedor que consumidor».

REACCIÓN DE LAS AUTORIDADES

Hace más de un año, la DEA comenzó a alertar de la epidemia del fentanilo en Estados Unidos. Con frecuencia, desde EEUU se ha avisado a las autoridades del país vecino al sur de la problemática que implica esta sustancia. Por ello, han procedido han importantes incautaciones. Así, el pasado otoño la Policía Federal decomisó 27 kilos en una pista de aterrizaje de Sinaloa. Esa cantidad equivale a cerca de una tonelada de heroína.

También requisaron 19.000 pastillas que habían sido empaquetadas y ‘disfrazadas’ de oxicodina. Dos de los detenidos resultaron ser miembros de alto nivel del Cártel de Sinaloa, la organización liderada por el detenido Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán.

En 2014, las autoridades reportaron 5.217 incautaciones de fentanilo por los 1.004 de 2013. Del 1 de enero al 30 de septiembre de 2015, los últimos datos suministrados por la DEA, el número se elevó a 8.511. Durante todo el año pasado, en las frontera estadounidenses se incautaron cerca de 100 kilos, la mayoría de ellos en el límite con México.

A pesar de que la cifra no es muy alta, supone un importante aumento, ya que en 2014 el total decomisado era cercano a los 4 kilos. Desde 2010, el fentanilo hallado se ha multiplicado por veinte.

PRODUCCIÓN, DISTRIBUCIÓN Y CONSUMO

Las autoridades defienden que la mayoría del mercado de fentanilo proviene de México, donde se han destapado varios laboratorios, aunque faltarían datos para verificar la relación de los cárteles aztecas con esta droga, implicados sobre todo en la producción de heroína, cocaína y metanfetamina.

Un importante descubrimiento se produjo cuando comenzaron a investigar los cientos de muertes de años anteriores ya mencionadas. Fue así como dieron con un laboratorio en México, el cual fue desmantelado. Casualmente, la sustancia casi desapareció del mercado.

Los agentes estadounidenses creen que atraviesan la frontera con destino California y Arizona, desde donde se distribuye a los principales mercados de heroína del país, sobre todo en la costa este.

Pero los laboratorios mexicanos no son su único punto de origen ya que, de acuerdo a datos de las autoridades policiales y aduaneras de Estados Unidos recogidos por ‘BBC Mundo’, gran parte de este mercado proviene del gigante asiático, China, cuyas exportaciones alcanzan al continente americano, beneficiándose así los narcotraficantes mexicanos.

Algunos de esos laboratorios se encuentra en el estado de Guerrero, epicentro de la producción de opio en América y uno de los principales puntos de distribución de drogas rumbo a norteamérica.

En la sierra guerrense se encuentra la aldea Filo de Caballos, con apenas 900 habitantes, complicados accesos y lejos de la mirada del Ejército mexicano. Territorio idóneo para los negocios de los cárteles.

Frecuentemente, los productores de esta droga la mezclan con cocaína o heroína, multiplando su potencia y su nivel de mortalidad. El producto resultante de la mezcla de heroína y fentanilo es comúnmente llamado ‘Diablito’.

Los usuarios, muchas veces sin saber de qué se trata, lo consumen como si se tratara de heroína. De este modo, una misma cantidad resulta mucho más letal.

Otra tendencia habitual es camuflarlo con pastillas de oxicodina, lo que se vincula directamente con el incremento de adictos a la heroína a partir del abuso de los medicamentos contra el dolor recetados por los médicos.

 

 

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