Internacional

Ecuador continúa recuperándose de uno de los peores terremotos de su historia

This content has been archived. It may no longer be relevant

Quito, Ecuador (NM) –   El pasado 16 de abril, un terremoto de magnitud 7,8 ene la escala Richter sacudió la costa de Ecuador, un terremoto que causó 660 muertos, miles de heridos y más de 350.000 personas se vieron afectadas.

Un mes después de este seísmo, que derivó en casi 800 réplicas, alrededor de 32.000 ecuatorianos continúan en los centros improvisados que se habilitaron para acoger a quienes lo habían perdido todo.

De los más de 600 muertos, 172 se registraron en la pequeña localidad de Pedernales, una localidad costera de 60.000 habitantes que duplicó su población den 2011 después de que el Gobierno ecuatoriano dispuso de una autopista que permitía a los quiteños llegar en aproximadamente cuatro horas al lugar.

El seísmo, que tuvo casi un minuto de duración, tuvo su epicentro en la costa de Esmeraldas, concretamente cerca de la localidad de Muisne, en el norte de Ecuador, aunque también se llegó a notar de manera importante en la capital, Quito, y en la ciudad de Guayaquil, la segunda mayor del país.

Actualmente, Ecuador se encuentra en una etapa de «normalización de las actividades», ya que la pobreza que ronda a los albergues en los que se alojan los afectados es un de los problemas más generalizados.

Asimismo, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció una serie de medidas económicas urgentes para afrontar la crisis que desencadenó el sismo. Correa anunció una subida del Impuesto al Valor Añadido (IVA) del 12 al 14 por ciento durante un año, impuso contribuciones de hasta un día de salario de los ecuatorianos para solventar la recuperación del país y sugirió realizar una emisión extraordinaria de deuda pública.

La vida poco a poco ha comenzado a recuperar el pulso perdido, con las tiendas y los mercados reabriendo sus puertas para que la población pueda reabastecerse. Muchos de los vecinos, sin embargo, apenas cuentan con poder adquisitivo, si bien el precio de la cesta de la compra parece no haber subido significativamente.

Acción Contra el Hambre (ACH) ha puesto de manifiesto en un comunicado los graves daños en industrias clave como la turística o la camaronera, de las que dependen cientos de hogares. Muchas familias llegadas de otras zonas de Ecuador para recoger el camarón han optado por regresar a sus países de origen.

«Para la población más vulnerable, las principales fuentes de ingresos son el trabajo en las plantas empacadoras y procesadoras de camarón», ha advertido desde Esmeraldas el coordinador de seguridad alimentaria de ACH, Maximiliano Verdinelli. Las familias de jornaleros pasarán entre tres y cuatro meses paradas a la espera de poder volver a recoger, ha añadido.

Los equipos de la ONG han observado que los afectados han recurrido a otros medios de «supervivencia» para tratar de superar las actuales dificultades y, de esta forma, han abierto pequeños negocios o comenzado a recoger chatarra para revenderla. También recogen y venden los camarones procedentes de piscinas dañadas.

Verdinelli ha subrayado que «es prioritario poner en marcha un plan de acción destinado a la recuperación temprana que permita estabilizar a miles de familias que súbitamente perdieron sus fuentes de ingresos». En este sentido, ha llamado a observar de cerca las medidas adoptadas para «fortalecer el capital humano, financiero y físico» a medio plazo.

El capital humano tiene precisamente uno de sus principales activos en los niños, damnificados inmediatos y puede que futuros del terremoto más grave que ha sufrido Ecuador en décadas. Según la ONG Save the Children, 560 colegios tienen daños o han quedado destruidos, lo que perjudica el acceso a la educación de 170.000 menores.

Save the Children trabaja en la protección de los niños a través de los Espacios Seguros para la Infancia y ayuda en la reconstrucción de las escuelas o el apoyo a profesores. En zonas como Muisne, los niños que continúan en refugios han podido volver a clase en aulas prefabricadas.

El Gobierno de Ecuador y Naciones Unidas han solicitado 72,7 millones de dólares para responder a las necesidades de 350.000 personas durante los próximos tres meses. Sin embargo, según la responsable geográfica ACH para América Latina, Benedetta Lettera, «la implicación de la comunidad internacional en términos de financiación no está siendo todo lo firme que se necesita».

¿POR QUÉ?  

Desde 1906, Ecuador ha sufrido cerca de una decena de movimientos sísmicos de gran relevancia. La situación del país –en una zona de alto riesgo– es una de las causas de la importante actividad telúrica de la nación iberoamericana.

Un estudio de 2014 recogido por ‘BBC Mundo’ estableció que el 90 por ciento de los terremotos se producen en el conocido como Cinturón de Fuego del Pacífico, una región de 40.000 kilómetros de longitud, que abarca a países como Ecuador, Chile, Bolivia, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala o México.

Formar parte de la ‘Herradura del Pacífico’ –nombre que surge de la unión entre Chile y Nueva Zelanda, siguiendo la línea de la costa– convierte a estos países en susceptibles de sufrir seísmos de forma frecuente.

Además, la zona padece también los terremotos de mayor magnitud. Cerca de un 80 por ciento de los seísmos más fuertes de todo el mundo se producen en estas naciones, tal y como ha destacado el director del área de sismología del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Herando Taveras.

 

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba