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Cómo Macri logró sortear con éxito el Congreso a pesar de estar en minoría

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Argentina, (NM) –   Apenas conocida su victoria en el balotaje, algunos analistas insistían en las dificultades que tendría el flamante presidente para avanzar con propuestas legislativas al encontrarse en un escenario en el que no dominaba ninguna de las dos Cámaras que integran el Poder Legislativo.

A pesar de esto, en menos de un mes completó satisfactoriamente el trámite legislativo de la primera iniciativa que envió al Congreso para acordar con los holdouts y sacar al país del default.

A diferencia del kirchnerismo, que contaba con mayoría propia en ambas Cámaras, el nuevo oficialismo -Cambiemos- se encontraba en minoría en ambas Cámaras tras los comicios.

No sólo no tenía quórum propio para iniciar los debates, sino que ni siquiera era la principal fuerza de cada Cámara, lugar que ocupaba el Frente para la Victoria (kirchnerismo) en ambos recintos.

Con el fin de sortear los desafíos que suponían la ausencia de una mayoría en ninguna de las dos cámaras se tomaron diferentes estrategias para una.

En la Cámara de Diputados actual administración mejoró el vínculo con los mandatarios provinciales, muchos de los cuales tienen representación legislativa.

Aceptar modificaciones de la oposición: si bien debería ser algo habitual de la práctica legislativa, se había vuelto impensable en un Congreso con mayorías consolidadas. Los cambios fueron condicionantes del massismo y del bloque Justicialista para acompañar la propuesta.

Con respecto al senado, en la Cámara alta la búsqueda de adhesiones se realizó legislador a legislador y la estrategia dio sus frutos: 26 de los 43 legisladores del Frente para la Victoria se inclinaron por la propuesta del Gobierno.

Entre los legisladores otrora kirchneristas que respaldaron la iniciativa se encontró el nuevo gobierno con el jefe de bloque del Frente para la Victoria. Contar en las filas propias con quien fuera el portavoz del anterior oficialismo arrastró consigo el aval de otros senadores que forman parte del mismo espacio como Graciela De la Rosa y Liliana Fellner.

Desde el retorno de la democracia en 1983, ninguno de los dos presidentes que contaban con estas dos características -sin mayoría en el Congreso y no ser peronista- lograron completar su mandato de cuatro años: tanto Raúl Alfonsín como Fernando De la Rúa dejaron sus gobiernos antes de tiempo. Mauricio Macri ya dió su primera muestra de que intentará quebrar la tradición a fuerza de diálogo y construcción de consensos.

 

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