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10 frases inolvidables de Gabriel García Márquez

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(NM) –   Este domingo pasado se cumplieron dos años de la muerte del premio Nobel de Literatura 1982, Gabriel García Márquez. El colombiano falleció a los 87 años en México DF, aquejado por una neumonía, y el mundo no tardó en llenarse de muestras de cariño y gratitud hacia el escritor que consiguió atrapar a millones de lectores en su realismo mágico.

Conocido como ‘Gabo’, el autor de ‘Cien años de soledad’ consiguió en sus obras hacer un retrato sin igual del mundo cotidiano en América Latina. Novelas, artículos periodísticos, cuentos, guiones, teatro… Ningún género se le resistió y tal es la envergadura de su obra que la Biblioteca Nacional de Colombia ha creado ‘La Gaboteca’, una guía virtual por la vida y obras del escritor.

En Notimérica hemos querido rendir nuestro pequeño homenaje a ‘Gabo’ con una recopilación de algunas de sus mejores frases. Algunas de su vida, otras de sus obras, pero todas inolvidables.

1. Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor.

2. La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla.

3. El día que la mierda tenga algún valor, los pobres nacerán sin culo.

4. No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible.

5. No hay medicina que cure lo que no cura la felicidad (‘Del amor y otros demonios’).

6. La sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada (‘El Coronel no tiene quién le escriba’).

7. El primer síntoma de la vejez es que uno empieza a parecerse a su padre. (‘Memoria de mis putas tristes’).

8. Es inútil que siga rezando. Hasta Dios se va de vacaciones en agosto. (‘Diecisiete ingleses envenenados’).

9. Pues habían vivido juntos lo bastante para darse cuenta de que el amor era el amor en cualquier tiempo y en cualquier parte, pero tanto más denso cuanto más cerca de la muerte. (‘El amor en los tiempos del cólera’).

10. Asumir nuestra fantasía, que es una forma de realidad, puede dar algo nuevo a la literatura universal.

 

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