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Juan Cabezuelo: «Realismo Maldito» o «Maldita Realidad»

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«Síndrome Da Costa» por «Reality must die»

“Realismo Sucio” fue el nombre de la escuela literaria desarrollada en Estados Unidos en 1970 y que se asocia antes que nada a la obra de Charles Bukowski. Al referirnos a los poemas y cuentos de Juan Cabezuelo, preferimos la expresión “Realismo Maldito”, confrontada en un pretendido juego de palabras con “Maldita Realidad”.

Si en el movimiento del Realismo Sucio se expresaba una situación de marginalidad, pobreza moral y profunda perversión, la misma, en condiciones ideales podría desaparecer si lo hacían las circunstancias que la crearan. En el caso de Cabezuelo, la realidad, la propia vida muestran una intrínseca deformidad. Aún en la plenitud de la existencia, la vejez se anticipa y exhibe sin pudor sus escorzos monstruosos. Son frecuentes en el escritor las metáforas genitales, es decir aquellas que tienen como centro los órganos reproductores y su obsolescencia.

De este modo, cada poema, cada relato; cada verso, cada párrafo, son como golpes a la mandíbula. Al leerlo, queda la pregunta si es posible un retorno de la genial muerte iniciática que el autor nos plantea

Dejamos a nuestros lectores con las palabras de Juan Cabezuelo sobre sí mismo.

 

Gocho Versolari

 

De niño todo era distinto, cada pequeño detalle resultaba un gran descubrimiento, pasé parte de mi infancia en una casa de campo donde cada día había un pájaro,  un lince, un árbol o una flor que me aceleraba el corazón haciéndome resoplar y pensar «ufff, ésto es precioso» (por no hablar del cielo, cómo me gustaba aquél puto cielo). Pero fué al volver a Barcelona a los nueve años cuando realmente lo aluciné; toda esa humanidad enlatada, todo ese movimiento en las calles, los edificios chorreando vida por sus muros y las personas llenas de historias, tan distintas e iguales al mismo tiempo, lo que hizo que abriera realmente los ojos al mundo, y «afincado» en el barrio de LA VERNEDA, empieza mi eterno vicio antropológico de observar el mundo.

Al principio no hay tiempo para libros, leer me hubiese quitado mucho tiempo y espacio en mi reducido cerebro para almacenar tanto dato que me otorgaba el día a día, fué al llegar a la adolescencia, esa temida edad del pavo para el mundo adulto, cuando descubro la gran pasión por la literatura, ahí empiezo a comparar mis datos cerebrales con los relatos de los escritores, ellos me enseñan que toda esa marginalidad de barrio bajo se puede transcribir y convertir en literatura; los yonkis, la pobreza, el llegar justitos (o no llegar) a final de mes, el tener que bajar a por agua a la fuente más cercana por corte de suministro por falta de pago… todas ésas cosas las encuentro reflejadas en las páginas de ciertos autores, y me demuestran que no soy yo solo, ni mi familia, ni el resto de familias del vecindario, quien vive así, y que de esas experiencias pueden salir novelas, relatos e incluso poemas que nos hagan dejar de ser anónimos.

En los libros de Bukowski encuentro las calles de la Verneda, la vida tal cual es, en las historias de Irvine Welsh reconozco a mis amigos, con Knut Hamsun la desesperación en los viejos barrios obreros… me empiezo a sumergir en este océano de letras y autores, y mientras mis amigos pasan por esa dura etapa de drogas, sexo barato y alcohol, yo me mantengo en el vicio de la lectura, siempre rodeado de ellos, siempre entre gente que bebió de más o no se drogó de menos, siempre tirado por las calles del Gótico buscando nocturnas experiencias, pero manteniendo la mente limpia para poder drogarme a mi manera, con pura y cruel literatura.

Un día decido intentar coger un bolígrafo y una vieja libreta e intentar conseguir lo mismo que hacían mis autores favoritos, pasar a papel la vida tal cual la ven mis ojos, todavía sigo intentándolo, pero tras algunas frustraciones, pérdidas de inspiración y mucho poemario entero tirado a la basura sigo empeñado en rayar libretas con mi horrible caligrafía (esto de la literatura es como una maldita droga un viernes por la noche, una vez que te la metes en vena, no hay centro de desintoxicación en el mundo que te libre de ella).

 

ENLACES DE RELATOS:

Fear
«Miedo» por Reality must die

 

 

LAS MANOS DEL ÁNGEL: 

LA CONCHA ROTA DEL CARACOL  

EN ESTADO DE ESPERA

 

 

ENLACES DE POEMAS

Letras Entre Vías – Blog de Juan Cabezuelo

Cutting_Hands_by_reality_must_die
«Manos Cortadas» por Reality must die

 

Canal de Youtube de Juan Cabezuelo

photo

 

 

Textos de Juan Cabezuelo en la incomparable voz de Lorena Fernández:

 

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