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Washington, D.C. (VOA) • La Corte Suprema deberá escuchar los argumentos de una mujer blanca que fue rechazada en el proceso de admisión por la universidad de Texas bajo la política conocida como Acción Diferida.
Este miércoles, por segunda vez en tres años, el caso de Abigail Fisher podría acarrear más restricciones en la política para dar igualdad de oportunidades en la educación superior.
Fisher no se graduó entre el 10% de mejores calificaciones de su clase en secundaria, lo que le hubiera asegurado una plaza en el campus de Austin. Tampoco fue aceptada en el programa que toma en cuenta el perfil racial entre otros factores, para obtener un cupo en la clase bajo la Acción Afirmativa.
Por su parte un grupo de entrenadores de basquetbol, comandantes militares y empresarios coinciden en que la Corte Suprema debe seguir manteniendo el tema de la raza de una persona como uno de los factores para facilitar el ingreso a las universidades.
Ellos afirman tener experiencia personal sobre las ventajas de tener un estudiantado diverso. «No escribimos esto como ignorantes o improvisados. Lo vivimos todos los días», escribieron los entrenadores.
Cabe destacar que el máximo tribunal ha sido mucho más escéptico sobre el rol que debe desempeñar el factor racial en los programas públicos desde que Samuel Alito se incorporó a la corte reemplazando a Sandra Day O’Connor.
