This content has been archived. It may no longer be relevant
Sao Paolo, Brasil (EP) • El veneno de la avispa brasileña Polybia paulista, conocido por frenar la proliferación de las células de algunos tipos de cáncer, ha vuelto a sorprender a los científicos con una nueva propiedad: una toxina atacó selectivamente a las células cancerosas, dejando intactas las normales.
Un estudio publicado este martes en ‘Biophysical Journal’ de la Universidad Estatal Paulista (UNESP) y la Universidad de Leeds, en Reino Unido, ha puesto de manifiesto el mecanismo de acción de la toxina que contiene el veneno de la avispa y ha abierto la puerta a que se desarrollen nuevos medicamentos para tratar el cáncer.
Existen dos tipos de lípidos en las células cancerosas que están fuera de la membrana celular. En las células normales, estos lípidos fueron localizados dentro de la membrana. Así, la toxina MP1 interactúa con los lípidos que están «accesibles» en las células con cáncer.
El resultado de esta interacción es que se forman agujeros en la membrana de la célula cancerosa, una mecanismo que acaba produciendo la muerte de estas células.
«Una terapia de cáncer que ataque la composición de lípidos de la membrana de la célula conformaría una clase de droga anticancerígena completamente nueva», ha indicado el autor del estudio Paul Beales, de la Universidad de Leeds.
«Esto podría ser útil en el desarrollo de nuevas combinaciones de terapias, donde las múltiples drogas son usadas simultáneamente para atacar diferentes partes de las células», ha explicado.
Los investigadores pudieron comprobar este mecanismo de acción en modelos de membranas creadas en el laboratorio que contenían estos tipos de lípidos. El veneno de la avispa produjo una serie de poros que en una célula de verdad causarían su muerte.
Según los propios autores, la toxina tiene potencial para convertirse en un tratamiento seguro contra el cáncer, pero deben llevarse a cabo más investigaciones para desarrollar un medicamento.
