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El Destino de Borges y su Búsqueda – 3a parte por Pablo Minniti

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Afiche Borges por Kathy99fma – Deviant Art

 

Ya en «Evaristo Carriego», Borges nos habla del truco, ese juego de cartas típicamente argentino. Nos deja entrever de ese modo la importancia de la metafísica: “Su juego es una repetición de juegos pasados, vale decir, de ratos de vivires pasados. Generaciones ya invisibles de criollos están como enterradas vivas en él: son él, podemos afirmar sin metáfora. Se trasluce que el tiempo es una ficción, por ese pensar. Así, desde los laberintos de cartón pintado del truco, nos hemos acercado a la metafísica: única justificación y finalidad de todos los temas.
Siguiendo con el quehacer literario de Borges, sabemos que perteneció a varios movimientos, entre ellos el ultraísmo. En la revista Martín Fierro tratan de promover una voluntad nacionalista, en el año 1924. Sin embargo el crítico H.A. Murena sostiene que hacer literatura en ese momento, representaba crear un arte nacional para una comunidad cuya nacionalidad no estaba formada. Afirma que: Borges es un conocedor profundo de las corrientes estéticas europeas de la postguerra, familiarizado con la literatura universal, dueño de una sensibilidad artística admirable, en suma un literato lúcido e impecable… Agrega que: usa temas nacionales en su literatura, pero sin participación dice que el único sentimiento verdadero para el poeta, es el sentimiento de la soledad. [Condenación Para Una Poesía, SUR, 1948] Adolfo Prieto también aportó su parte negativa, tildando a Borges de europeísta, antipatria, de frío, de intelectual. De ser un literato sin literatura… De una literatura prescindible… Un arte y una literatura sin contenido, un artista y un escritor que no tienen que decir aunque estén exquisitamente dotados para la expresión.[Adolfo Prieto, La Nueva Generación] Vemos, no obstante que la obra de Borges empezó a trascender paulatinamente, por su originalidad, y su universalismo, a partir de la publicación en Francia. Su fama empieza a crecer, cuando en 1960 gana el premio del congreso internacional de editores, que comparte con Samuel Beckett. Desde entonces las tesis doctorales, ensayos e interpretación sobre su obra, es como un río que sigue creciendo.
Al dedicársele tanta atención, inferimos que su literatura tiene sustancia porque ha meditado sobre temas que pertenecen a toda la humanidad. Su contribución nos ha enriquecido. A través de toda su vida nos hablo de Dante, Virgilio, Plotino, Spinoza, Cervantes, Shakespeare, siempre ensanchando nuestra percepción de la realidad y del mundo, de suerte que nuestra imagen se volvió universal. Casi al final de su vida, como una posible explanación de quién era, escribió:
Soy lo que contaron los filósofos.
Soy cada instante de un largo tiempo,
Cada noche de insomnio escrupuloso,
Cada separación, cada víspera.
[La Cifra]

Soy aquel otro que miró el desierto
Y que en su eternidad sigue mirándolo.
Soy un espejo, un eco. El epitafio.
[La Cifra]

Quiero hablar brevemente de algo que ocurrió en 1941, Borges se presentó a concurso con su libro, El Jardín De Senderos Que Se Bifurcan. El jurado lo descalificó. A raíz de eso, la revista SUR publica un número especial de desagravio en su homenaje en el que colaboran los más importantes escritores argentinos del momento.
Eduardo Mallea: Por eso la circunstancia de que algunos argentinos nieguen a este escritor, no es una anulación de Borges, es una anulación de algunos argentinos ante Borges.
Gloria Alcorta: Todos nosotros, escritores, artistas, o lectores, le debemos a Borges algo de nuestra seguridad de espíritu. Démosle gracias.
Enrique Amorín: De Borges se hablará durante muchos años. Y no por cierto de premios más o menos literarios.
Finalmente, Borges dice:
Absuelto de las máscaras que he sido,
seré en la muerte mi total olvido…

Ni siquiera soy polvo. Soy sueño
Que entreteje entre el sueño y la vigilia
Mi hermano y padre, el capitán Cervantes,
Que militó en los mares de Lepanto
Y supo unos latines y algo de árabe…
Para que yo pueda soñar al otro
Cuya verde memoria será parte
De los días del hombre, te suplico:
Mi Dios, mi soñador, sigue soñándome.
[Historia de la Noche]

Tal vez desde la otra orilla, Borges nos siga soñando.

 

Pablo Minniti

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