Sin Categoría

En Defensa de la Navidad

This content has been archived. It may no longer be relevant

 

Last Kiss - Adam Martinakis 1972 - Polish Surrealist Digital painter - Tutt'Art@ -
Last Kiss – Adam Martinakis 1972 – Polish Surrealist Digital painter

En mi opinión, los mejores inventos americanos relacionados con la literatura son por un lado las obras de los grandes novelistas y poetas que nacieron en esta tierra (William Faulkner, Ernest Hemingway, Walt Whitman…) Por otro,  ese enclave cultural subterráneo; ese sitio lleno de recovecos al que han llamado Basement o simplemente sótano; la garantía de un seguro aislamiento para todos los que nos planteamos seriamente el arte de escribir

En otras entregas haremos una reflexión sobre este delicioso cubículo, que para el escritor es vital como el alimento. Hoy es 24 de diciembre.  Han dado las cinco de la tarde y redacto estas líneas en el sótano de mi hija. Desde arriba llegan el griterío de los niños;  rumores del arribo de parientes y otros sonidos que anuncian la diligente elaboración por parte de mi esposa y de mi hija del Pan de Jamón y las Hallacas, las dos columnas culinarias de la Navidad venezolana.

El título de esta nota, En Defensa de la Navidad, se relaciona con otro artículo que elaborara  siete años atrás en Venezuela. La ocasión fue una declaración del presidente Chávez llamando al pueblo a «no celebrar la Navidad, debido a los signos imperialistas que contiene» Mi respuesta, publicada en un diario de Caracas, fue que tanto el árbol como los adornos, la figura de Santa Claus, la preparación de comidas y todo el simbolismo anexo a la significación cristiana, tienen su origen en la antiquísima fiesta céltica de Yule, establecida mucho antes que el Imperio Americano y el entonces presidente Bush  soñaran con existir.

Entre el 21 y el 25 de diciembre, nos sorprende todos los años, el día más corto y la noche más larga. Las tradiciones con una base agrícola, en especial los celtas y los aborígenes de nuestra América, consideran que en esta fecha la tierra llega a un punto de agonía que la arrastra al borde de la muerte. El objetivo de la fiesta es su reanimación. Se elige el pino, árbol que tiene como característica la culminación de la copa en una punta aguda, capaz de perforar la bóveda celeste y anunciar al sol la dramática circunstancia. Al rasgar el cielo, se permite que del mismo descienda  la energía del cosmos. Antes que nada, las bolas brillantes, que son  soles o planetas, bajando en busca de la tierra; es el sentido de la estrella de cinco puntas y otros símbolos como  herraduras o piñas, que significan para los hombres buena suerte e inmortalidad. Las hogueras que se encienden esa noche tienen la misma meta y el propio Santa Claus es un dios celeste, cuya capa roja está vinculada a la sangre y procura brindar un beso de luz en la trémula boca de la tierra exhausta; un hálito de vida capaz de resucitarla.

En algunos pueblos originarios de América se la representa en esta fecha como una anciana agonizante, que a partir del solsticio recupera la juventud; con el paso de los meses y al llegar el verano, se convertirá en en una hermosa muchacha y finalmente, repetirá el ciclo.

En la Edad Media, la Iglesia Católica, con una fecunda capacidad de síntesis mítica, estableció el vínculo con el nacimiento de Cristo. En las postrimerías del mundo medieval,  San Francisco de Asís crearía el pesebre.

Sigo escribiendo en este sótano donde la calefacción es escasa. El viento helado se cuela por algunas aberturas. Para llegar aquí tuve que bajar dos cuerpos de escaleras y creo sentir debajo de mis pies a la tierra tiritar y reclamar el calor del sol;  el alimento; los regalos; el afecto de los seres queridos. Más allá del símbolo, si reflexionamos sobre nuestras vidas, encontraremos en esta leyenda retazos de nuestras biografías.

Arriba, mi esposa y mi hija siguen elaborando el Pan de Jamón y las Hallacas. Siento hambre y espero que en cualquier momento abran la puerta del sótano para convocarme a la Fiesta de la Vida.

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba