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LAS DOS CARAS DEL ALMA – Kai-Mai Olbri y Francisco De La Serna

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LAS DOS CARAS DEL ALMA

Por Francisco Javier Román Gómez de La Serna & Kai―Mai Olbri

Algeciras―Tallinn 2014

Nuestra amiga y colaboradora, Kai―Mai Olbri y el poeta español Francisco Javier Román Gómez de la Serna, acaban de publicar en la República de Estonia el libro dialogado de poemas de amor Las Dos Caras del Alma. En poco tiempo daremos a nuestros lectores instrucciones acerca de cómo proceder a su adquisición. Por ahora, les brindamos un adelanto con el prólogo y algunos de los maravillosos textos que componen  el volumen.

Gocho Versolari

 Las dos caras2

Una breve aproximación al Amor

(Prólogo de Las Dos Caras del Alma) 

Un rápido chequeo de la literatura universal en una famosa librería de Saint Louis, arrojó trescientos libros en los que se desarrollaban vidas, goces y penurias sentimentales de célebres parejas; desde Marco Antonio y Cleopatra hasta Hitler y Eva Braun; pasando por Abelardo y Eloísa, Romeo y Julieta, Tristán e Isolda, John Lenon y Yoko Ono . Esquilo, Sófocles, Eurípides; las epopeyas de India y América y antes que nada, las novelas y los cuentos que incluyera Cervantes en el Quijote. Según algunos, el célebre Manco agota en ellos todas las concepciones posibles del amor. 

 

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Román:

El silencio de mi alma

son las voces de las dudas,

su llanto, estas letras.

Con hilos de luz de plata a mi noche

le haré un vestido con volantes de rocío

y olas de espuma blanca…

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Salí turbado de la librería. Aquel impulso básico de la humanidad era el protagonista casi exclusivo de la literatura universal; el centro del gusto de lectores, oyentes y espectadores.                                

 Debía componer el prefacio de Las Dos Caras del Alma. Había terminado la primera lectura de las ciento y pico de páginas del manuscrito. Allí también el amor llevaba la voz cantante. Estaba impresionado por el derrame de palabras; de giros; de imágenes; me asombraba y  estremecía aquel despliegue de Román y de Kai―Mai; ese nuevo lenguaje para un tema antiquísimo.

 

 

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Kai―Mai:

Es tan simple bucear los corales,

estando desnuda.

Yo duermo,

pero tú ¿Alguna vez te duermes?−

Te veo con expresión perpleja

por aquí y por allá, entre los corales,

por el agua y por las nubes un poco antes…

[/quote] 

Encontrar la clave de la alegría que me despertaban aquellas imágenes aladas, sería encontrar la clave de este prólogo. Eran las tres de la tarde en Saint Louis. En Barnes & Noble, acababa de constatar que las millones de páginas dedicadas al amor, no sólo laten en las páginas de gruesos libros, sino que invaden los sueños electrónicos de nuestra era. La pregunta persistía: ¿por qué este puñado de versos de Kai―Mai y de Román; esas voces cadenciosas,  podían   renovar de aquel modo el entusiasmo, el deseo de amar? 

 

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Kai―Mai: 

La Mente y el Alma 

El corazón es capaz
de cubrir la mente,

hasta matarla si se lo propone.

Sin embargo,
ninguna mente es tan poderosa
para cubrir y asfixiar un corazón

[/quote]

Volví a mi casa y me senté frente al computador. Rápido chateo con Kai―Mai. Bajo el efecto de las historias que acababa de repasar, le pregunté qué pensaba de Marco Antonio y Cleopatra (Una de los relatos que me impactara desde mi lejana adolescencia). La respuesta de la autora fue simple:

Nunca he pensado en eso; mi amor es tan natural como la respiración y al mismo tiempo no tiene ninguna lógica…

 Salí a caminar. Caía la tarde sobre la ciudad de Saint Louis. En el Missisipi, los barcos regresaban a puerto, y el enorme arco plateado del Downtown, reflejaba las últimas luces del día. En la ribera, algunas parejas marchaban juntas; una se despedían hasta el día siguiente y otras se separaban para siempre.

A los sesenta y cinco años, Las Dos Caras del Alma me enseñó algo muy obvio: toda historia de amor tiene su propio lenguaje; un idioma que no arranca de las circunvoluciones del cerebro (es cierto, Kai―Mai: carece de lógica). Lo engendran los laberintos de las entrañas. Cada pareja de amantes debiera forjar el lenguaje intransferible de su historia personal; crear las palabras que expresen esa fuerza capaz de inaugurar mundos con cada abrazo.

Kai―Mai y Román lo habían logrado. En forma de contrapunto, el amor de ambos está expresado en este volumen. Las palabras se obtuvieron de estrujar y estrujar esa glándula misteriosa que en el cuerpo segrega el amor. La mayoría de las parejas se limitan a vivirlo. Aunque experimenten intensidades arrolladoras, son pocas las que encuentran al aedo, al rapsoda capaz de cantar el sentimiento;   son menos aún las que pueden cantarse uno al otro ese sortilegio de amaneceres; de agonías y resurrecciones que encierra toda relación amante.

Kai―Mai y Román lo han logrado. En este libro se encuentra el testimonio.

 

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Kai―Mai:

¿El amor? ‒ le conozco bien ‒

lo encuentro a menudo

en el disturbio de las noches de primavera,

en las gotas refrescantes de la lluvia de verano,

en las tormentas del otoño

y en los brillantes copos de la primera nieve…

[/quote] 

 

 

 

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