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¿Quiénes son cada uno de los participantes en la reunión de diálogo?

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 El Gobierno de Venezuela y las principales figuras de la oposición por fin mantuvieron este jueves su primer contacto oficial de cara al intento por enfriar la tensa situación que vive el país desde hace casi dos meses y que ya le ha costado la vida a 41 personas por la violencia que se ha instaurado en las calles tras una serie de protestas antigubernamentales.

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   La reunión celebrada en el Palacio de Miraflores ha contado con la presencia de once miembros del Gobierno, incluido el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro; y el de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello; los mismos que ha presentado la oposición, destacando a Henrique Capriles y al secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramón Guillermo Aveledo.

La primera reunión también ha contado con la participación como «testigos de buena fe» del nuncio apostólico en Caracas,Aldo Giordano; y los ministros de Asuntos Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín; el de Ecuador, Ricardo Patiño; y el de Brasil, Luiz Figueiredo, en representación de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR).

¿Pero quiénes son estas personalidades de la política venezolana presentes en la mesa de diálogo?

‘BLOQUE BOLIVARIANO’

El ministro de Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, es una de las figuras más representativas del Gobierno de Venezuela. Lleva ostentando cargos en el Ejecutivo desde el año 2000, cuando dejó su labor como profesor de la Universidad Central de Venezuela para unirse al equipo de trabajo del fallecido expresidente Hugo Chávez.

Jaua pidió a la oposición que respetara la elección que libre y democráticamente eligió el pueblo venezolano hace ya un año. En ese sentido, señaló que el Maduro «no tiene porqué pactar, porque fue designado por el pueblo», gracias a su «proyecto político y a su programa en favor de la patria».

El presiente de la Asamblea Nacional (AN), Diosdado Cabello, forma parte de la cada vez más menguante ala militar del Gobierno. El que fuera gobernador del estado de Miranda entre 2004 y 2008, estuvo junto a Chávez en 1992 en el intento de golpe de Estado contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez. En abril de 2002 ocupó de manera interina la Presidencia durante la intentona golpista que derrocó al Ejecutivo de Chávez durante dos días.

Cabello acusó durante el debata a la oposición de no haber condenado la violencia y de no haberse desmarcado de ella. En ese sentido, también criticó la falta de crítica dentro del seno de las fuerzas opositoras, pues no reconocen su parte de responsabilidad en el conflicto.

El alcalde del Municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez también fue uno de los escuderos de Maduro durante el diálogo con la oposición. Médico de profesión, comenzó su carrera política como vicepresidente de Venezuela y coordinador del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Rodríguez le aseguró a la bancada encabezada por Capriles que «jamás lograrán llegar al Palacio de Miraflores por la vías que intentaron hace doce años», en referencia al golpe de Estado de 2002. Uno de los más duros durante el diálogo, acusó al otro bando de «legar 40 muertos», aludiendo a la tardanza con la que aceptaron sentarse con el Gobierno.

El exvicepresidente venezolano también resaltó la lealtad hacia el Gobierno mostrada por los habitantes de la zonas populares y más modestas del país, quienes no salieron a la calle pese a los pedidos «exaltados» de la oposición, de acuerdo con la información recopilada de varios medios venezolanos.

Maduro también contó con la participación del ministro de energía Petróleo, Rafael Ramírez; la del líder del Movimiento Revolucionario Tupamaro; José Pinto, quien propuso al presidente para el Premio Nobel de la Paz; la del vicepresidente del Gobierno, Jorge Arreaza; o la de segunda vicepresidenta a la AN, Blanca Eekhout: entre otros.

OPOSICIÓN

El primero en tomar la palabra fue el secretario general de la MUD, Ramón Guillermo Aveledo, quien recalcó «la necesidad de que el pueblo sepa la verdad para que la justicia no se convierta en venganza, y escuche otras voces», por lo que pidió que el debate fuera transmitido a la ciudadanía y así «vencer la censura» que, aseguró, observa en los medios de comunicación social.

En otro orden de temas, Aveledo, también defendió la actuación de la oposición en el conflicto, la cual, dijo, se ha amparado siempre en la Constitución. La defensa de la libertad de los «presos políticos» y los estudiantes, así como la necesidad de encarar los problemas económicos, la inseguridad y «el daño social terrible que ocasiona la impunidad», fueron otros temas que consideró de obligado tratamiento durante la asamblea.

Por su parte, el presidente ejecutivo de Un Nuevo Tiempo (UNT), Omar Barboza, utilizó su turno de palabra para alertar, no solo de la violencia, sino de la actual crisis financiera que vive el país. «El modelo económico del Gobierno ha fracasado», aseguró mientras esgrimía una serie de cifras del Banco Central de Venezuela (BCV), con las que intentaba demostrar como la deuda venezolana, tanto externa como interna, se había multiplicado en más de seis puntos en los último quince años.

Barboza, cuando ostentaba el cargo de gobernador del estado de Zulia, se vio implicado, aunque el suceso se cerró judicialmente sin establecer responsabilidades, en el llamado caso de los ‘pozos de la muerte’, en los cuales se descubrió restos humanos, considerados por el líder de la UNT como «huesos de vaca», pertenecientes a varias personas que fueron ejecutadas extrajudicialmente por los organismo de seguridad de la entidad que dirigía y posteriormente arrojadas a estos sumideros.

Otro en hablar fue el coordinador de Primero Justicia (PJ), Julio Borges, a quien se le recordará por sus diferentes encontronazos violentos en algunas sesiones parlamentarias de la Asamblea, siendo incluso golpeado en 2013. Antes de expresar sus quejas y propuestas, tuvo unos momentos para recordar a las víctimas del conflicto.

A continuación, quien ha sido señalado como uno de los instigadores del golpe de Estado de 2002 –aunque él siempre lo negó–, ahondó en la teoría de que las empresas estatales han hundido Venezuela, como demuestra que el Gobierno siempre esté anunciando la importación de productos básicos de otros países.

Finalmente, tras más de cuatro horas de debate Capriles tomó la palabra. «Estoy aquí porque Venezuela está muy mal», anunció el gobernador del Estado Miranda, quien durante el golpe de Estado de 2002 fue sorprendido por las cámaras fotográficas participando supuestamente en el asedio a la Embajada de Cuba, por lo que fue procesado. Cuatro años después se benefició de la amnistía del Gobierno.

El apellido Capriles, señalado por Wikileaks como colaborador asiduo de la Embajada de EEUU en Caracas, está relacionado con la participación en los grandes grupos de comunicación de Venezuela.

«Quieran ustedes reconocerlo o no», después de los comicios del 14 de abril el país cambió, espetó a los miembros del Gobierno presentes en la sala. De cualquier forma, insistió en que él no quiere ni «un golpe de Estado, ni un estallido social». El dirigente opositor recordó que había repetido en varias ocasiones que acudiría a la sede del Gobierno «a decir la verdad» y en medio de un debate tenso, advirtió de que «o esto cambia, o revienta».

En la filas de la oposición también estuvieron el presidente del COPEI, Roberto Enríquez; el secretario general de Acción Democrática (AD), Henry Ramos Allup; el diputado de la Asamblea Nacional, Andrés Velásquez, o el secretario general de Avanzada Progresista (AP), Juan José Molina; entre otros.

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