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Fallece Óscar Avilés, maestro de la guitarra en Perú

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Lima • Perú llora este domingo al compositor, guitarrista y figura clave en el género musical del criollismo, Óscar Avilés, quien ha fallecido este sábado por la mañana en un hospital de Lima a los 90 años, tras una recaída en sus ya habituales problemas de corazón.

   Fue su hijo el encargado de dar la triste noticia: «Se le bajó la presión, lo llevaron a UCI. Nos dijeron que su situación era irreversible. Murió hace quince minutos», ha explicado Ramón Avilés.

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Oscar Avilés

El maestro de la guitarra, hombre sencillo y lleno de talento, como le describen sus allegados, dejará huella en la historia musical de Perú. Su apuesta fue clara: la música criolla, un género popular que se remonta a mediados del siglo XIX y principios del XX, con enorme influencia en la identidad peruana, pero denostado con el paso del tiempo.

Los restos del que ha sido influencia para grandes guitarristas peruanos serán velados este domingo en el Museo de la Nación, que abrirá sus puertas hasta la 1 de la madrugada para que todo aquel que quiera pueda despedirse del artista, según medios locales.

El reconocido compositor Augusto Polo Campos se ha mostrado conmovido por el suceso: «Yo me llamo Augusto, pero cómo voy a estar a gusto, si murió Óscar Avilés. Hay que comprar una bandera para que vaya entre sus dedos», ha manifestado.

«Se va al cielo con los inteligentes. No creo que haya muerto, sino que está dormido soñando con un Perú mejor», ha indicado el artista.

Hasta el velatorio han llegado distintas personalidades de la política y las artes, como la ministra de Trabajo, Ana Jara, y la cantante criolla Cecilia Bracamonte. Por su parte, la artista Lucía de la Cruz y Eva Ayllón, exponentes del género también han lamentado la pérdida de Avilés.

LA VIDA DEL ARTISTA

El padre de Avilés se ganaba la vida como fotógrafo y tocaba con destreza cinco instrumentos, lo que no proporcionaba grandes comodidades a la familia. El padre advertía al hijo que no llevara la música como profesión cuando el pequeño Óscar ya mostraba interés por el arte.

Sin embargo, un día el padre de Avilés lo escuchó tocar música en su cuarto, fue testigo de su gran talento y lo animó a seguir desarrollando el genio. Fue la primera señal que invitaba al artista a seguir el camino de la música.

Tras varias tomas de contacto con el mundo artístico, Avilés se uniría en 1946 a ‘Los Trovadores del Perú’, junto con Miguel Paz, Oswaldo Campos y Panchito Jiménez. Luego formaría parte del trío ‘Los Morochucos’, quienes redefinieron el vals criollo, llevándolo del ámbito cantinero a los grandes salones de la Lima de entonces.

La peculiar manera de tocar la guitarra de Avilés comenzaba a florecer. Terminó de tocar con ‘Los Morochucos’ en 1952, año en el que fundó la primera Escuela de Guitarra de estilo criollo, la cual mantuvo sus puertas abiertas hasta 1967.

Las siguientes dos décadas estuvieron marcadas por los duetos de Chabuca Granda, con quien grabó las canciones más famosas, y el segundo con el recordado ‘Zambo’ Cavero, quien grabaría con Avilés sus discos definitivos.

En 1987, la Organización de Estados Americanos (OEA) premió al artista junto a Jesús Vásquez, Arturo ‘Zambo’ Cavero, Luis Abanto Morales y Augusto Polo Campos con el título de ‘Patrimonio Artístico de América’. Ese mismo año, el Ministerio de Educación de Perú le distinguió con las ‘Palmas Magisteriales’.

Avilés abandona este mundo con el reconocimiento del público y con varios galardones. Otros artistas peruanos de música tradicional no han corrido la misma suerte, pero el guitarrista estuvo respaldado durante toda su vida por la gente y pudo presumir de ser uno de los pocos músicos que ha acudido a la inauguración de una calle con su nombre.

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