Atacante de Maine dio señales de advertencia antes de cometer asesinatos
Las autoridades de Maine están reconstruyendo los hechos que precedieron al tiroteo de la semana pasada, considerado como el más mortífero en la historia del estado. Las indagaciones muestran que el responsable del atentado, Robert Card, había dado señales de alerta a través de amenazas violentas y problemas de salud mental.
Card fue encontrado sin vida el pasado viernes por las autoridades de Lewiston, cerca del río Androscoggin. Tenía una herida de bala autoinfligida en la cabeza.
Según los reportes, el tirador se había sometido a un examen de salud mental el verano pasado, luego de que empezó a experimentar comportamientos erráticos en un centro de entrenamiento del ejército en Nueva York.
Un boletín remitido a la policía poco después de los ataques, que dejaron un total de 18 fallecidos, dice que Card fue internado en un centro de salud mental por un período de dos semanas, luego de “escuchar voces y amenazas de disparo” en una base militar.
En una conferencia de prensa la semana pasada, la policía dijo que no existe evidencia de que el hombre de 40 años hubiera sido internado en contra de su voluntad, lo que hubiera hecho que poseer armas de fuego sea ilegal para él.
Por otro lado, los familiares de Card dijeron que el asesino había manifestado recientemente que escuchaba voces.
La policía señala que fue alertada sobre las “amenazas veladas” de Card apenas el mes pasado. A mediados de setiembre, las autoridades emitieron un aviso de concientización a nivel estatal para estar atentos al comportamiento del individuo, luego de que amenazó a sus compañeros de base.
Mientras Card era buscando, la policía encontró una gran cantidad de armas que tenía en su posesión. Se cree que las había comprado legalmente.
A medida que avanzan las indagaciones, todavía no se ha determinado el móvil del ataque. Pero la respuesta parece radicar en el historial de salud mental de Card.
El comisionado del Departamento de Seguridad Pública del Departamento de Estado, Michael Sauschuck, comentó que Card creía que “la gente hablaba de él y es posible que incluso hubiera algunas voces en juego” en el momento del ataque.
La gobernadora de Maine, Janet Mills, dijo el lunes que se encuentra coordinando con los gobiernos federal y local para obtener mayores alcances sobre el tiroteo.
En la ciudad de Lewiston, donde ocurrieron los atentados, los residentes han vuelto a trabajar, un día después de reunirse en la Basílica de los Santos Pedro y Pablo para una vigilia en honor a las víctimas.
