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Nueve trastornos que puede provocarte la tecnología

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Este fenómeno se produce de la mano de las redes sociales. Cada vez estamos más pendientes a si alguien le dio un “me gusta” a X foto, o si le dieron RT a un tweet, o el querer subir enseguida la foto de ese plato de comidas a Instagram, y un largo etcétera.

Pues bien, tal parece que esta relación simbiótica entre hombre y las redes sociales, puede llevarnos a envidia, frustración y depresión. Como así también un aislamiento con nuestros pares en cuanto a contacto/relación física se refiere, ya que nos quedamos “encerrados” en nuestro Smartphone/Tablet/PC.

También se conoce a esta actitud como FOMO (Fear of Missing Out).

Nomofobia Este síntoma se caracteriza principalmente por el miedo que se presenta en las personas por salir sin su teléfono celular a la calle, o quedarse sin batería “en el momento más importante”, o no poder contar con señal (o conectividad de redes móviles). Como consecuencia, los trastornos que trae dicha enfermedad se dice que son principalmente inestabilidad, agresividad, problemas de concentración y estrés.

Otro síntoma que va de la mano con la nomofobia, es el de recoger nuestro móvil y chequearlo de forma continua. Se estima que, en promedio, realizamos la actividad de agarrar y dejar nuestro teléfono celular unas 150 veces al día. Para ser un poco más extremistas, los (aún) más adictos, no pueden pasar 6 minutos sin estar viendo su smartphone.

En la actualidad, en promedio a nivel global, el 53% de los usuarios de celulares padecen de nomofobia. De ese porcentaje anterior, el 58% son hombres.

SMS sonámbulo Recientemente se reportó una aparente nueva tendencia, que consiste en enviar mensajes de texto mientras estás dormido. Una encuesta hecha a 400 estudiantes en la Villanova University reveló que un tercio de los estudiantes afirmó haber enviado un mensaje mientras estaba dormido.

El fenómeno le ocurre a personas que se llevan el smartphone a la cama, y que despiertan parcialmente al recibir un mensaje o notificación, enviando luego un SMS estando semi conscientes. Normalmente los mensajes son garabatos, aunque también hay casos de envío de mensajes embarazosos.

Cibermareo Es la desorientación y mareo que sienten algunas personas al interactuar con ciertos entornos digitales. Un caso “práctico” y reciente, es el mareo que sentían algunas personas con las animaciones de la nueva interfaz de iOS 7.

Cibercondría Éste es un tanto paradójico como antiguo. Se trata de aquellas personas están convencidas de tener alguna enfermedad en su cuerpo tras haberse informado al respecto en Internet de forma compulsiva. El usuario está seguro que sufre dicho mal al dejarse influenciar por lo que leen. La cibercondría está relacionada de forma derivada con la hipocondría.

El efecto Google ¿A quién no le habrá pasado alguna vez? Las personas retienen menos información gracias a la posibilidad de acceder a ella en cualquier momento. Primeramente, estaba asociado a que un usuario recurría a Google, ya que “Google todo lo sabe”. Hoy en día, se diversifica por los distintos motores de búsqueda, redes sociales, y demás elementos.

Al tener la respuesta “en la punta de la lengua”, recordamos bien que la vimos/leímos en la web… y recurrimos a ella como nuestro “salvavidas”.

Dependencia a los videojuegos online Esta es una de las enfermedades cibernéticas más comunes. Se estima que los que la padecen pasan alrededor de 17 horas al día en los juegos en línea, por lo que desatienden tareas realmente importantes como ir a la escuela o al trabajo. Incluso hay gente que ha muerto por jugar demasiado.

Tensión ocular No es tanto una enfermedad sino un aspecto de nuestra salud a tener en cuenta cuando estamos “pegados” a nuestros distintos tipos de dispositivos por un período de tiempo prolongado. Normalmente se produce por permanecer más de ocho horas al día delante de un ordenador o de cualquier tipo de pantalla, cansando nuestra vista y provocando deshidratación.

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