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Los Amigos de Siriahan llegado a Londres con un objetivo prioritario: convencer a la principal coalición de la oposición siria para que se siente con Bachar al Asad en la conferencia del próximo mes en Ginebra.
Los diez ministros de Exteriores, de países europeros y árabes, y el secretario de Estado de EE.UU, John Kerry, quieren que las negociaciones se centren en la transición política en Siria.
Pero para el líder de la Coalición Nacional, hay un punto innegociable. Esta mañana, Ahmad Jarba se lo ha vuelto a decir a John Kerryen una reunión previa: Al Asad debe dejar el poder.
Si transigiera, ha dicho, los rebeldes, le considerarían un traidor, algo que no se puede permitir en una oposición cada vez más dividida entre el moderado Ejército Libre Sirio y los grupos rebeldes islámicos.
Ajeno a toda esta disputa, Al Asad, en una entrevista televisada este lunes dio por hecho su candidatura en las elecciones previstas para la primavera del próximo año.
Según se acerca la fecha las fisuras diplomáticas aparecen por todos los frentes. También en Occidente, respecto a la conveniencia o no de que Irán también participe en Ginebra.
